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Vladimir Putin calificó el hecho de “una puñalada por la espalda”.
Parlamentarios piden que cumplan fallo de la Corte Suprema
Rusia calificó de “muy grave” el derribo que sufrió uno de sus aviones de combate por parte de Turquía en la frontera con Siria. Las autoridades turcas explicaron que la aeronave violó su espacio aéreo y omitió las advertencias, pero desde Moscú negaron dicha versión.
El avión caza participaba de los operativos aéreos de Rusia contra puestos del autodenominado Estado Islámico, en la frontera de Turquía y Siria. Sin embargo, el gobierno turco acusó a Rusia de estar bombardeando blancos de los rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Bashar al Assad.
El presidente Vladimir Putin advirtió que el incidente traerá serias consecuencias en las relaciones con Turquía y acusó a ese país de “dar una puñalada por la espalda” a Rusia. La OTAN anunció una reunión extraordinaria para analizar el incidente.
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