A 40 años del Golpe continúa vigente la pregunta sobre cómo lograr la reconciliación.
Pocos días después del Golpe Militar en Chile un grupo de asesores del ex Presidente de la República, Salvador Allende, fueron derivados a la Isla Dawson. Al lugar también fueron llevados más de 400 personas custodiados por militares, y fueron sometidos a trabajos forzados y torturas.
El hermano de José Tohá, el ex ministro Jaime Tohá, explicó que la Isla Dawson “era una copia fiel de los planes, de las barracas” de la Alemania Nazi.
El ministro de Minería en 1973, Sergio Bitar, enfatizó que “el frío es una cosa terrible” y no sólo el físico sino “el frío del alma” al ver a los ciudadanos “ser sometidos a esas condiciones de represión e injusticia sin juicio alguno”. El ex ministró agregó que se debe aprender a trabajar con las diferencias, pero que si esto no se hace con las bases de la “justicia, igualdad y las bases demócraticas, entonces es construir sobre arena”.
El ministro de Vivienda y Minería en 1973, Pedro Felipe Ramírez, declaró que “la lejanía de la familia y la incertidumbre de lo que iba a pasar” era algo que se pensaba cuando se encontraban en la Isla Dawson.
Ramírez agregó que todos “constituíamos una familia” por lo que hubo una gran unidad entre “nosotros que dura hasta hoy día”. A su juicio, para lograr una reconciliación se requiere “desde luego en relación con las víctimas, que se termine por saber la verdad”.
Por su otro lado el diputado del Partido Radical de 1973, Camilo Salvo, destacó que “no me reconcilio con los golpistas, con los asesinos ni con los que hicieron de este país un cementerio”.
Por su parte, Jaime Tohá aseguró que “nosotros no vamos a descansar, ni nuestros hijos ni nuestros nietos y bisnietos si es necesario, no descansaran hasta no conocer toda la verdad”.
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