Misteriosos “conejos Frankenstein” con cuernos: ¿Puede ser peligroso para los humanos?

Por CNN Chile

15.08.2025 / 10:23

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Las imágenes compartidas en redes sociales han inspirado apodos como “conejos de Frankenstein”, “conejos demonio” o “conejos zombie”, pero ¿a qué se debe?


En Colorado, Estados Unidos, varios conejos de rabo blanco han llamado la atención por extraños crecimientos en sus rostros que parecen cuernos o tentáculos, casi al puro estilo de una película de terror de bajo presupuesto.

Pese al impacto que puede causar dicha imagen, los expertos aseguran que no hay motivo de alarma, ya que estos animales están infectados con el virus del papiloma de Shope, una enfermedad relativamente común y, en la mayoría de los casos, inofensiva.

El virus provoca protuberancias parecidas a verrugas que, cuando crecen, pueden dar la apariencia de astas, por lo que las imágenes compartidas en redes sociales han inspirado apodos como “conejos de Frankenstein”, “conejos demonio” o “conejos zombie”.

Las protuberancias no suelen perjudicar a los animales, salvo que crezcan en los ojos o la boca y dificulten su alimentación. Generalmente, el sistema inmune de los conejos logra eliminar la infección y los crecimientos desaparecen.

¿Cuándo se identificó esta condición?

Esta curiosa condición no es nueva. De hecho, hace casi un siglo inspiró leyendas como la del jackalope, el mítico conejo con cuernos de la tradición norteamericana.

Es más, el estudio de este virus ayudó a los científicos a comprender mejor la relación entre virus y cáncer, incluyendo el vínculo entre el papiloma humano y el cáncer de cuello uterino.

El nombre de la enfermedad proviene del Dr. Richard E. Shope, investigador de la Universidad Rockefeller, quien la identificó en conejos de cola de algodón durante la década de 1930.

¿Puede contagiar a las personas?

Según Kara Van Hoose, portavoz de Parques y Vida Silvestre de Colorado, no es inusual ver casos en verano, cuando pulgas y garrapatas, transmisoras del virus, están más activas. El contagio ocurre entre conejos, pero no afecta a humanos ni a mascotas.

Aun así, las autoridades recomiendan no acercarse ni manipular animales silvestres que presenten signos de enfermedad. No solo por este virus, sino porque otras patologías zoonóticas sí pueden transmitirse a las personas.