“Aquí éramos felices”: El dramático caso de la ciudad que se hunde y que obligó a la evacuación de miles de personas

Por CNN Chile

22.05.2025 / 19:40

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En pocos años todo cambió para los habitantes de los barrios de Maceio en Brasil, y no lo hizo para bien.


“Aquí éramos felices”. 

Esta es la leyenda que se puede leer en uno de los muros de ladrillos de la ciudad brasileña de Maceio y que fue difundida en un video de Tiktok. En el mismo registro se puede apreciar una foto de 2017, del mismo lugar, donde una verdulería funcionaba.

Otro video muestra una escena similar. Una foto de 2010 de un barrio habitacional, en un día soleado. Un motorista andando en plena calle. Y en paralelo, un registro de 2025, de la misma zona apoderada por la naturaleza, olvidada, deshabitada.

En pocos años todo cambió para los habitantes de los barrios de Maceio, y no lo hizo para bien.

Sal de roca

En 1976 abrió sus puertas en Maceio una fábrica de policloruro de vinilo (PVC) que, en ese entonces, era de propiedad de la empresa petroquímica Braskem.

La promesa que la acompañaba era la de crecimiento de la zona a través de la extracción de la “sal de roca”, un mineral compuesto por cloriro de sodio, que se encuentra en depósitos subterráneos, y cuyo principal fin de extracción era en la elaboración de productos químicos.

Durante décadas la fábrica y los barrios aledaños a ella, vivieron en armonía. Pero todo cambió en 2018, cuando se detectaron los primeros problemas.

La extracción desmesurada de sal provocó el debilitamiento de la tierra, lo que generó que se decretara riesgo de derrumbe en al menos cinco barrios circundantes a la empresa.

Ahí la tragedia comenzó.

Lazos rotos

Unas 60 mil personas se vieron obligadas a dejar sus hogares por el riesgo de derrumbes, debido a la fragilidad de la tierra. La masiva explotación de la zona por parte de la minera, sumado a la ubicación cercana a una falla geológica, obligaron a desocupar 14 mil hogares. Y con ello, borrar recuerdos, memorias y amistades.

En diciembre de 2023, se realizó una implosión de una de las 35 minas de la zona, lo que provocó el hundimiento de la zona donde estaba emplazada.

Es la mayor tragedia urbana del mundo, declaró en ese año João Henrique Caldas, alcalde de Maceió, la capital del estado brasileño nordeste de Alagoas.

El caso causó revuelo en Brasil. Incluso, llegó a tener repercusiones políticas debido a las presuntas responsabilidades del Estado en dar permiso a la empresa para la creación de minas, pese a que había organismos ambientalistas que alertaban de los riesgos.

En 2023, Brasil multó con 13,5 millones de dólares a la empresa petroquímica Braskem. Y si bien ya han pasado dos años desde que se dio “un cierre” al caso, las memorias y recuerdos de los habitantes desplazados sigue abierta. Una herida que parece no cerrar en Maceio.