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La historia de Alexis Kalergis, descendiente de griegos e italianos, comenzó a escribirse en los pasillos del colegio de Los Salesianos. Era un alumno destacado y sus intereses iban desde la física a la filosofía.

Al salir del colegio decidió ingresar a la carrera de bioquímica en la Universidad Católica, aunque sin tener una vocación muy definida. Pensó que en cinco años de estudio encontraría algo que lo apasionara y así fue.

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Casi por casualidad, descubrió la inmunología y todo comenzó a darse. El paso siguiente fue postular a un doctorado a la Universidad Albert Einstein de Nueva York, en Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en vacunas.

Fue profesor visitante del Albert Einstein College of Medicine y la Universidad de Iowa, en EE.UU., y la Universidad de Nantes, en Francia. Ha dictado más de 200 conferencias y publicado más de 265 artículos, entre otras cosas.

En entrevista con CNN Íntimo, Alexis Kalergis Parra habla sobre sus inicios en el mundo de la inmunología y los desafíos que planteó la pandemia. Además, entrega detalles sobre una nueva vacuna contra el virus respiratorio sincicial.

Prometedora solución

El Dr. Kalergis lleva años trabajando en una vacuna contra el virus respiratorio sincicial (VSR), el cual causa infecciones en los pulmones y en las vías respiratorias. Este virus afecta especialmente a los bebés y niños pequeños.

El virus sincicial fue descubierto en los años 50 y aún no hay vacuna”, cuenta el experto. “Nosotros entramos en esas investigaciones en 2004, después de un brote muy fuerte que afectó a Chile y que a mí me impresionó mucho”.

Según el especialista, en estos años de investigación no solamente han avanzado en el desarrollo de la vacuna, sino que también han logrado conocer “cómo se comporta el virus y los efectos que tiene en las personas”.

El retorno a la presencialidad significa “el reencuentro con agentes infecciosos como el sincicial y pone obviamente una señal de urgencia a la necesidad de avanzar en el desarrollo de la vacuna”, explica Kalergis.

“Por eso mismo, decidimos diseñar fórmulas, completar la estructura de este estudio que veníamos preparando de antes de la pandemia y ya lo ingresamos hace algunas semanas a evaluación por parte de los comités de ética y del Instituto de Salud Pública (ISP)”, agrega.

¿Cuándo podría estar disponible para uso?
Esperamos que este estudio pueda partir este año para que el próximo comencemos a pensar en una fase 3 y ya en 2024, más o menos, ojalá tener evidencia suficiente para que los que toman la decisión en torno al uso de las vacunas puedan contar con la evidencia necesaria.

Actualmente, existe un segundo grupo en el mundo trabajando en vacunas para el sincicial. “Es muy positivo, ya que, como quedó claro con la pandemia, es bueno que haya varias vacunas (…) debido a que favorece estrategias distintas de vacunación que pueden tener distintos efectos y también disponibilidad”.

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Nos malacostumbramos a la velocidad, ya que la vacuna del COVID-19 estuvo lista rápidamente.
Todas las vacunas son distintas. El hecho de que aún no contemos con vacunas para el virus sincicial demuestra que la complejidad de la enfermedad y la población afectada (…) hace más difícil el desarrollo de una vacuna en comparación al coronavirus.

La vacuna contra el virus sincicial la comenzaron a trabajar aquí, en Chile.
Sí, aunque hemos trabajado siempre conectados con investigadores en Estados Unidos, México, Europa y Asia. La ciencia es un fenómeno global y es muy importante validar los avances con colaboradores que puedan conocer, discutir y criticar el trabajo que uno hace para, de esa manera, ir mejorando.

Chile fue uno de los primeros países que desarrolló vacunas, pero a principios de los 2000 se dejó, ¿es una tradición que debe volver?
La capacidad de tener soberanía en términos de la manufactura de vacunas es clave. Sabemos que esta no es la primera pandemia ni será la última. Podemos salir de la actual con mayores capacidades científicas y tecnológicas, además de equipos de científicos y científicas que trabajan en estos temas.

Los desafíos de la pandemia

Durante la pandemia, el Dr. Kalergis destinó todas sus capacidades científicas y redes internacionales a encontrar alternativas para combatir el COVID-19. Su labor lo llevó a posicionarse como director de un estudio de una de las vacunas más avanzadas en colaboración con la farmacéutica china Sinovac.

“Fuimos invitados a participar en varios estudios para distintas vacunas. Nosotros (…) conectamos con diferentes desarrolladores de otras vacunas y decidimos por razones técnicas avanzar con Sinovac porque esa propuesta era conceptualmente parecida a la nuestra”, afirma.

El Gobierno les pidió financiar una parte.
Las alianzas con el sector privado público son bastante frecuentes en nuestro país como estrategia de avance y logramos inicialmente conseguir el apoyo de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y, a continuación, la convicción final del gobierno en apoyar esta iniciativa

Chile es uno de los países que tiene más cantidad de muertos -a causa del COVID-19- por población, ¿cómo llegamos a esto?
Hay varios factores. Lamentablemente, esta enfermedad tiene varios elementos que pueden conducir a fallecimiento, uno es, por ejemplo, la capacidad del sistema de salud de recibir a las personas. Tenemos sin duda todavía mucho que trabajar en ese sentido.

“En segundo lugar, están las comorbilidades, es decir, aquellos factores adicionales a la infección propiamente tal, por ejemplo, la obesidad o hipertensión, que son aspectos de salud que están bien presentes en nuestra población”, añade el especialista.

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¿En cuánto tiempo debiéramos ya dejar esto atrás?
Es imposible de predecir. Uno podría evaluar qué ha pasado con otras pandemias y caer en ese análisis y comparar, pero cada virus es distinto y hemos visto que este virus tiene particularidades. Por ejemplo, esta necesidad de reforzar la inmunidad es el virus el que marca la pauta.

—¿Las vacunas deberán ir actualizándose?
La aparición de variantes es justamente una estrategia del virus para escaparse de la inmunidad y eso hace que el refuerzo sea necesario y algo en lo que ya estamos trabajando es formular vacunas con variantes, es decir, que podamos vacunar no con el virus original sino con vacunas con aquellas variantes que circulan en nuestro país.

¿Cuál es la inversión en ciencia que se necesita en el país para dar el salto en materia de resguardo frente a otras pandemias?
Sin duda la inversión en ciencia es importante, pero la pregunta es cómo uno llega a eso. Mi reflexión es que es en la medida que la ciencia se haga ciudadana, de que las personas valoren y entiendan que contar con mejor ciencia en nuestro país significa mayor bienestar.

“La pandemia relevó a la ciencia y siento que post pandemia nuestra ciudadanía, en particular en Chile, está muy educada (…) Hoy la ciencia es un fenómeno profundamente social”, concluye.

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