Este martes se cumple una semana que se autoproclamara presidenta Jeanine Áñez en Bolivia tras la salida de Evo Morales en medio de cuestionamientos por las primarias en octubre pasado.
No han sido buenos días para Áñez y su gobierno, pues desde el gobierno denuncian de la presencia de planes extranjeros en su contra.
“Hemos detectado a un grupo criminal que quiere atentar contra la presidenta”, señaló Arturo Murillo, ministro del Interior, luego que la mandataria tuviera que cancelar un viaje que tenía planificado a su tierra natal.
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Ante el conflicto en las calles, la Unión Europea, la ONU e incluso la iglesia se han ofrecido como mediadores para enfrentar la crisis. “Que otros gobiernos se unan a la pacificación”, dice el ex presidente Evo Morales.
El desabastecimiento es otro de los problemas que están comenzado a vivir algunos bolivianos, en especial en el sector de El Alto, zona que históricamente ha tenido apoyo a Evo Morales.
A la fecha, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha reportado la muerte de 23 personas en medio de la convulsión social que comenzó el pasado 20 de octubre.
Además, la CIDH acusó a Bolivia de estimular la violencia de la represión de las FF.AA. contra la población y anunció visita al país durante los próximos días.
🔴 CIDH envió a #Bolivia comunicación formal para una visita inmediata. pic.twitter.com/05jXhKnzq5
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) November 19, 2019
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