Carlos Altamirano y cómo lidiar con la figura de su padre, el controvertido secretario general del PS durante la UP
Por CNN Chile
02.06.2025 / 14:32
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En una nueva edición de CNN Íntimo conversamos con Carlos Altamirano Celis, sociólogo y cineasta, sobre sus nuevos proyectos y lo que significó su padre a lo largo de su historia.
Hijo de una de las figuras más influyentes de la política chilena del siglo XX, Carlos Altamirano Celis ha trazado su propio camino en el cruce entre la creación artística y la reflexión académica.
Cineasta y sociólogo, hijo de Carlos Altamirano —exsecretario general del PS y protagonista clave en los años previos al golpe militar—, ha dedicado su vida a explorar, desde la imagen y la palabra, los mecanismos que configuran la memoria colectiva y el poder de los medios en la cultura.
Graduado en Sociología en la Universidad de Essex (1975-1978) y posteriormente en Dirección de Cine en The Royal College of Art de Londres (1981), su pasión por el impacto ideológico de la televisión y la industria audiovisual ha sido constante, según él mismo comenta en su página web.
“Después de tener que reinventarme varias veces en mi vida, hoy vivo en Zapallar, donde tengo un hospedaje que se llama Casa El Pangue y gracias a eso puedo volver a dedicarme a hacer cine y por eso acabo de terminar una película que se llama Maten al Altamirano”, cuenta a CNN Íntimo.
¿Cuánto pesa un apellido?
Altamirano reflexiona sobre el hecho de llevar el mismo nombre de su padre, afirmando que agregó el nombre Juan antes del Carlos desde que era muy joven. “Ha sido un tema de marcar mi propia identidad y no simplemente ser el hijo de, que es el drama de muchos hijos de”, reflexiona.
—Nunca te dedicaste a la política, hiciste una vida absolutamente distinta.
—No completamente porque cuando tú estás en una familia política y con primos políticos, estás rodeado de la política. Incluso, yo tenía una relación bastante intelectual con mi padre (…), él me escuchaba mucho porque soy sociólogo, con una formación bastante sólida en la Universidad de Essex.
—Estuviste prácticamente 16 años en TVN como gerente de programación, de 1990 al 2005, y el directorio de TVN la semana pasado declaró que es inviable el canal.
—Hoy está muy complicado, pero el modelo funcionó por lo menos hasta los 16 años que estuve. (…) Cuando estuve fue un cambio de escenario tan grande para esa época como lo que estamos viviendo hoy día. Lo peor de todo es que TVN no tenía credibilidad, por ser un canal de la dictadura.
—Tú hiciste este documental, Maten a Altamirano, que lo estrenaste para los 50 años del golpe. ¿Qué quisiste mostrar de tu padre en este documental?
—Este documental es básicamente autobiográfico, cuyo personaje principal es mi padre, pero es un documental autobiográfico. Por un lado, a esta figura controvertida quise ponerla en su real contexto, pero lo que más me impulsó es llevar la tradición de la autobiografía en literatura, llevarla a documental, ese es mi motivo principal.
Detalla que “ha tenido un reconocimiento a nivel internacional fantástico, es decir, los festivales internacionales de Londres, de Berlín, Barcelona, Ámsterdam, (…) En Chile yo lo presenté, a festivales de Valdivia, Antofagasta, en ninguno quedó seleccionado, es decir, cero reconocimiento, mientras en Europa tenía este reconocimiento”.
—¿Y será por el personaje?
—Por una parte, sin duda. Hay mucho prejuicio, pero también hay elementos que yo creo que no se han valorado, como el hecho que está completamente hecha por uno, es un self-made film (…). Yo hice la cámara, yo fui el editor, yo fui el guionista, yo fui el director, yo fui el productor, salvo la postproducción.
—¿Por qué tu papá generó tantas pasiones y llegó a ser tan odiado y sindicado como un responsable de la polarización?
—Hay que ver la película, está bastante explicada por él mismo, pero hay varias razones, hay que reconocer que él tenía una retórica fuerte, revolucionaria, pero retórica, porque si tú investigas, no hay ningún discurso, escrito de él, columna o entrevista, en que él defienda la vía armada o haya propuesto la defensa armada del gobierno.
—¿Qué edad tenías tú en esa época?
—17 años, pero yo estaba en Londres (Inglaterra), me fui con mi mamá, nos fuimos. Mi madre se había separado y partí con ella. Para marcar de nuevo mi identidad me hice más bien hippie. (…) Yo creía firmemente en la revolución espiritual y sigo creyendo en la revolución de peace and love.
—¿Cómo era él de papá contigo?
—Yo no podría decir que tuve una infancia o juventud de padre ausente. Yo recorrí prácticamente todo Chile cuando chico, porque me llevaba a estas cosas, a estos mítines. Conocí ese Chile verdadero gracias a mi padre, por lo que sí, era ausente, pero, por otro lado, estaba presente porque me ayudaba a crecer como persona.
—¿Era alguien que fuera cariñoso?
—No, esa generación es que sobre todo de ese mundo, del mundo de mi padre, están muy influenciados, creo yo, por lo que yo llamo la cultura victoriana inglesa, de que tú no hablas de las emociones, demostrando las emociones, no hablas de cosas sentimentales, no te andas abrazando.
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