La reflexión de Orellana sobre el impacto del rechazo inicial a spot contra violencia de género: “Perjudica a los menos conectados”

Por Michel Nahas Miranda

26.11.2025 / 10:12

La ministra de la Mujer y Equidad de Género abordó la controversia con el CNTV y la posterior reconsideración. En conversación con CNN Chile Radio, criticó la "interpretación política" sobre la Ley Integral y advirtió que el debate puede ser un reflejo de la presión global contra los derechos de las mujeres.


El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) se conmemoró este año bajo la polémica generada por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), que inicialmente rechazó la emisión de la campaña del Gobierno sobre la Ley Integral contra la Violencia. Tras la reconsideración solicitada por la ministra Camila Vallejo, el organismo autónomo finalmente aprobó su difusión.

En entrevista con CNN Chile Radio, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, defendió la necesidad de la campaña y apuntó a quiénes se perjudicaban con el veto inicial.

La ministra Orellana explicó que la campaña, lanzada en agosto y ya difundida en redes sociales, era crucial para dar a conocer las nuevas figuras legales de la Ley Integral, que se tramitó bajo tres gobiernos y demoró siete años en ser promulgada.

La secretaria de Estado criticó la justificación del CNTV —basada en el contexto electoral—, asegurando que su cartera ha lanzado campañas en coyunturas electorales previas sin reparos y que la ley misma es un hecho consumado que requiere difusión:

“Estamos difundiendo una ley que es reciente, por lo tanto requiere ser conocida, porque coincidamos en que la mayoría de la población no está leyendo permanentemente el diario oficial para saber cuáles son los cambios que se introducen a las leyes. Y que de hecho es urgente que sea conocida, porque trae modificaciones legales que impactan directamente a la vida de las personas. Es una ley de la República, no es algo que esté en debate”.

Orellana fue enfática en señalar el impacto social de la negativa: “Cuando nosotros decimos que algo no se emita por televisión abierta, estamos perjudicando precisamente a las personas de zonas aisladas, a las personas que viven en zonas urbanas con baja conectividad digital, incluso aquí en la metropolitana existen, y a las personas mayores”.

Consultada sobre si la oposición inicial en el CNTV (donde dos consejeros mantuvieron el voto en contra en la reconsideración) es reflejo de un debate más profundo y de un riesgo de retroceso en la agenda de género en el contexto electoral, la ministra citó a la filósofa francesa Simone de Beauvoir.

“En un dicto antiguo de Simón de Gauguin, que basta una crisis para que se pongan en duda los derechos de las mujeres, tal y cuál. Tuvimos una crisis global como la fue la pandemia y hoy enfrentamos una presión global sobre nuestros derechos,” afirmó.

“Esto no es una chacra”

No obstante, la ministra transmitió un mensaje de solidez respecto a la legislación vigente. Aludiendo al posible riesgo de retroceso que representaría un gobierno de José Antonio Kast, Orellana destacó que los avances en violencia de género están protegidos por marcos jurídicos superiores y compromisos financieros:

“Esto no es una chacra. O sea, acá no hace cada quien lo que quiere. Hay una ley. En nuestro país la constitución vigente establece que los tratados internacionales tienen un rango jurídico. La Convención de Belém do Pará tiene ese rango… La Ley Integral […] establece cambios hasta el 2029. Nosotras hemos dejado eso aprobado con reglamentos y con transitorios hasta el 2029.”

La ministra detalló que el cumplimiento de estas etapas de modernización está asegurado hasta 2029 a través de un préstamo del Banco Mundial por $7 millones de dólares, lo que obliga al Estado chileno (no solo al Gobierno de turno) a ejecutar la ley y sus reglamentos. “Si Chile no cumple con aquello, tiene que devolver esas inyecciones de recursos que realizó el Banco Mundial. Esos son acuerdos de Estado“, concluyó.