El ministro de Salud, Jaime Mañalich, este viernes estuvo de visita en el Hospital Padre Hurtado de la comuna de San Ramón, motivado por la preocupante situación que afecta a pacientes y funcionarios, quienes han sido testigos de cómo la delincuencia ha llegado a las cercanías del recinto, incluso haciendo peligrar sus vidas.

Fueron al menos seis impactos de bala los registrados en el hospital en noches consecutivas durante esta semana, lo que ha llevado al ministerio a buscar medidas de seguridad para evitar una tragedia.

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En este contexto, Mañalich se refirió a los hechos y fue tajante en su cuenta de Twitter: “Hasta en la guerra se respetan los hospitales. Es inaceptable la violencia contra centros de salud o sus funcionarios”, aseveró en la red social.

El escenario de los ataques ha sido el hospital, sin embargo es un hecho circunstancial, ya que serían enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes según acusan los propios funcionarios y pacientes.

Los proyectiles incluso alcanzaron al quinto y sexto piso, sin personas lesionadas al interior. No obstante, luego de la balacera, al recinto de salud llegaron tres mujeres y dos hombres con impactos balísticos.

Salida bajo escoltas de FF.EE.

La visita del ministro al hospital no estuvo exenta de polémica. A tal punto que carabineros debió intervenir en una masiva funa que distintas personas le hicieron sentir; le lanzaron agua, frutas y otros objetos.

“Vamos a tener que blindarlo”, afirmó Jaime Mañalich, quien anunció fuertes medidas donde se instalarán cámaras de seguridad y detectores de metal en los ingresos. Además, señaló que se revestirán las mamparas del servicio de urgencia y los ventanales del edificio para que sean resistentes a impactos de bala.

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Como medida inmediata, se trasladó de lugar a algunos pacientes a áreas del hospital más seguras. Asimismo, se derivaron algunos otros a recintos asistenciales vecinos como el Hospital de La Florida y el Sótero del Río.

Finalmente, Mañalich informó que habrá vigilancia de Carabineros y PDI, en un perímetro de protección para el Hospital Padre Hurtado. Los policías realizarán rondas por turno de forma permanente y establecerán un punto fijo, además de contar con el apoyo de vehículos municipales para proteger al barrio.

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