El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, informó que la macrozona norte registra menores ingresos irregulares y un aumento de reconducciones, especialmente de ciudadanos bolivianos y venezolanos, y subrayó que la cooperación con países vecinos es clave para enfrentar la migración irregular y el crimen organizado.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, entregó este domingo un diagnóstico actualizado sobre la situación en la frontera norte y el funcionamiento de los mecanismos de reconducción.
Según el secretario de Estado, el país no solo registra una disminución en los ingresos irregulares, sino también un incremento sostenido en las reconducciones ejecutadas por las policías.
“Nosotros hoy día tenemos menores ingresos irregulares, sino que además tenemos mayores reconducciones; esas reconducciones en la macrozona norte son la primera nacionalidad que es objeto de reconducción, son de nacionalidad boliviana, y los que siguen son venezolanos”, afirmó en conversación con Chilevisión.
El ministro explicó que este aumento está directamente relacionado con el acuerdo operativo vigente con Bolivia y con los consensos alcanzados con Perú. En ese sentido, subrayó la relevancia del entendimiento con La Paz, a pesar de que ambos países no mantienen relaciones diplomáticas formales.

Reconducción de terceros países: clave del acuerdo con Bolivia
Cordero detalló que el mecanismo con Bolivia permite algo excepcional: reconducir no solo a ciudadanos bolivianos, sino también a personas de terceros países que hayan transitado por territorio altiplánico.
“De Bolivia siempre se ha reconducido por la obligación del país de recibir a sus nacionales, pero el acuerdo que nosotros tenemos nos permite la reconducción de extranjeros de terceros países, cuya exista constancia de que han transitado por territorio boliviano. Por eso es tan importante la tecnología”, señaló.
Agregó que este sistema ha permitido reconducir principalmente a ciudadanos venezolanos: “La principal nacionalidad de terceros países que son reconducidos son de Venezuela, pero el punto central es que cualquier gestión que usted realice en la frontera requiere la cooperación de sus vecinos”.
El ministro insistió en que ningún país puede enfrentar por sí solo los fenómenos delictivos y migratorios que se concentran en zonas fronterizas.

“Las fronteras son espacios de riesgo en todos los lugares del mundo, pero si usted quiere abordar con decisión el tema de la migración irregular y la participación de organizaciones criminales en la frontera, usted requiere el acuerdo de sus vecinos; no hay otra alternativa”, advirtió.
En esa línea, rechazó propuestas de endurecimiento unilateral: “Estrategias de posición unilateral no son realistas si uno no incorpora el trabajo conjunto con los países vecinos”.
La excepción venezolana
Cordero también se refirió a las dificultades para ejecutar expulsiones aéreas de ciudadanos venezolanos, señalando que este es el principal obstáculo que enfrenta hoy la política de retorno.
“El principal problema que nosotros tenemos hoy día con el caso de Venezuela, los nacionales venezolanos son los que tienen el mayor número de personas que debiéramos expulsar, es que no tenemos la recepción de Venezuela de sus nacionales”, indicó.
Pese a esa limitación, aseguró que el país ha incrementado sus acciones: “Este año hemos expulsado mucho más que el año pasado… la principal expulsión que tenemos es administrativa, pero esencialmente hemos estado reconduciendo a países con los cuales no existe inconveniente, con excepción de Venezuela”.