“Les tenemos reservado un lugarcito”: Las voces de las mujeres chilenas en la Antártica

Por CNN Chile

10.03.2025 / 15:36

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En el último tiempo, la Antártica ha cobrado relevancia como un territorio en disputa. Sin embargo, su carácter sigue siendo principalmente científico, y en este lugar, diversas mujeres están llevando a cabo investigaciones. Conoce aquí sus historias.


Las mujeres tienen cada vez mayor participación en la ciencia y en las expediciones de investigación, como lo demuestra la LXI Expedición Científica Antártica (ECA 61), organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH). De las 119 personas que integran los equipos de investigación durante esta expedición, 56 son mujeres.

En cuanto a la contratación de personal logístico en apoyo a las actividades de la ECA, han sido 18 en total, con un 50 % de mujeres.

Detrás de estos números hay rostros, voces y anhelos que buscan dejar su huella en la Antártica. Una de ellas es Ingrid Hebel, quien es investigadora y académica de la Universidad de Magallanes, ingeniera agrónoma de profesión y doctora en Recursos Naturales con mención en Genética por la Universidad de Friburgo (Alemania).

En esta expedición, su trabajo se centra en el análisis de los musgos antárticos, enfocándose en su antigüedad y adaptación a las condiciones extremas.

Utiliza isótopos para determinar si estos musgos han estado presentes desde antes de la Pequeña Edad del Hielo y estudia su organización genética. Además, realiza un análisis multidisciplinario para evaluar el impacto del cambio climático en la biodiversidad y los ecosistemas de la región antártica.

Hebel ha participado en nueve campañas de investigación en terreno en la Antártica desde 1997.

“Cuando comencé, éramos muy pocas mujeres. Ahora hay muchas más, muchas más jóvenes. Hay un empoderamiento temprano de las mujeres en la ciencia, pero esa participación va disminuyendo en los niveles más altos, como en los doctorados o posdoctorados, en parte porque las responsabilidades laborales y familiares siguen recayendo sobre nosotras”, expresó.

“Me llena de orgullo ver cómo crece la participación de las mujeres”

Marely Cuba-Díaz es investigadora y académica de la Universidad de Concepción, sede Los Ángeles, doctora en Bioquímica con más de 20 años de experiencia, y lidera su quinta expedición a la Antártica. Su proyecto se centra en los mecanismos de tolerancia a la salinidad del clavelito antártico (Colobanthus quitensis), una de las dos únicas plantas con flores del Continente Blanco.

Además, su equipo investiga cómo diferentes poblaciones de esta planta, desde Magallanes hasta la Antártica, se adaptan a la salinidad, un factor poco explorado en la flora antártica.

Su primera expedición fue en 2009, cuando era una de las pocas investigadoras principales. Desde su perspectiva, comentó:

“Hoy, los grupos de investigación son más grandes, y lo que me sorprende es que hay muchos jóvenes, tanto mujeres como hombres. Esto es clave para garantizar el relevo generacional en la investigación. El papel de la mujer ha cobrado gran relevancia. De hecho, el INACH tiene estadísticas que muestran que las mujeres dirigen más proyectos de investigación en la Antártica que a nivel nacional. Como investigadora antártica y miembro del Comité Nacional de Investigaciones Antárticas, me llena de orgullo ver cómo crece la participación de las mujeres, especialmente las jóvenes, en la ciencia antártica.”

“Es importante que las jóvenes se atrevan a seguir sus sueños y a involucrarse en la ciencia, aunque parezca difícil. La ciencia es una aventura que nos permite descubrir, cuidar el planeta y abrir caminos para otras mujeres en el futuro”, enfatizó.

Marely Cuba-Díaz es investigadora y académica de la Universidad de Concepción. Crédito: INACH.

“Les tenemos reservado un lugarcito para que se sumen”

Julia Saravia es investigadora posdoctoral de la Universidad Austral de Chile y forma parte del Centro IDEAL y del Instituto Milenio BASE. Su proyecto Fondecyt la llevó a su primera Expedición Científica Antártica, donde estudia la fisiología de dos especies de caracoles marinos del género Laevilitorina: Laevilitorina antarctica y Laevilitorina venusta.

Junto a Constanza Jiménez (INACH), creó la iniciativa Mi Ajá Antártico, que comparte relatos de mujeres que trabajan en la Antártica, con el objetivo de inspirar a niñas y jóvenes a seguir carreras científicas.

“Una ciencia diversa es una ciencia mejor. Las mujeres somos la mitad de la población mundial y deberíamos estar igualmente representadas”, comentó.

En esa línea, invitó a las nuevas generaciones: “Acá las estamos esperando, les tenemos reservado un lugarcito para que se sumen.”

Catalina Cisterna Álvarez y Valentina Ojeda jóvenes estudiantes de Biología Marina. Crédito: INACH.

“Soy la primera generación universitaria de mi familia”

Zambra López es investigadora posdoctoral del Centro IDEAL y estudia las bioinvasiones y el endemismo. Su trabajo se centra en los cascos de los barcos como posibles vectores de especies invasoras entre Punta Arenas y la Antártica, considerando el aumento del tráfico marítimo y el cambio climático.

Colabora con el proyecto Fondecyt liderado por Leyla Cárdenas (Universidad Austral de Chile), que monitorea posibles especies invasoras en bahía Fildes mediante análisis de ADN ambiental.

López destaca la creciente participación de mujeres jóvenes en la ciencia antártica y resalta su inteligencia, compromiso y entusiasmo.

“Me gusta ver que hay muchas mujeres jóvenes y que puedan estar viniendo para acá. Debo reconocer que, cuando empecé, ya había otras mujeres que habían abierto el camino. Tal vez me ha tocado enfrentar algunos desafíos por la cultura que aún se mantiene, pero hoy la mujer ha tomado fuerzas en la Antártica y hace muchas cosas que antes no hacía. Hemos acampado, buceado, recorrido diferentes bases y trabajado a bordo de embarcaciones. Hacemos de todo”, comentó López.

Su equipo de trabajo lo completan Catalina Cisterna y Valentina Ojeda jóvenes estudiantes de Biología Marina de la Universidad Austral de Chile, quienes apoyan con labores de buceo científico para recolectar muestras biológicas.

“Esta experiencia era algo que había soñado desde hace años. Por el lado de mi papá, él siempre supo que tarde o temprano iba a venir. Además, soy la primera generación universitaria de mi familia, lo que significa romper ciertas barreras y salir de lo tradicional, donde las mujeres se quedaban en casa. Todo el lado femenino de mi familia está muy feliz de que esté haciendo algo distinto, abriendo caminos y cambiando lo que antes era lo normal”, relató Cisterna. 

Valentina Ojeda. Crédito: INACH.


El INACH es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de difusión. El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía. El INACH organiza el Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN).