La increíble historia del hombre que vivió más de un año solo con su gato en la Patagonia chilena

Por CNN Chile

16.08.2025 / 09:35

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Bob Kull, investigador estadounidense, se aisló en 2001 en un remoto archipiélago del sur de Chile con la única compañía de su gato. Entre tormentas, hambre y un diente que debió sacarse él mismo, asegura que aprendió a aceptar la realidad tal como es.


En 2001, el estadounidense Bob Kull tomó una decisión radical: vivir más de un año en completo aislamiento en la Patagonia chilena, acompañado únicamente por su gato. Su objetivo, como parte de un doctorado en la Universidad de British Columbia, era investigar no el entorno natural, sino su propia mente frente a la soledad extrema.

“Me di cuenta de que el animal que realmente quería estudiar era a mí mismo”, explicó años después en el programa Outlook de la BBC. La Armada lo trasladó hasta una pequeña isla en Última Esperanza, un lugar inhóspito al que llegó con provisiones, herramientas, una caña de pescar y materiales para construir un refugio.

Al comienzo durmió en una carpa que terminó inundada por la marea, lo que lo obligó a levantar una cabaña sobre pilotes. “Con los dedos agrietados por el frío tuve que clavar cada grapa con un martillo. No paraba de golpearme y maldecir”, recordó. Su gato, además de hacerle compañía, le ayudaba a determinar si el pescado atrapado seguía fresco.

Soledad, dolor y resiliencia

La rutina era dura: buscar leña, pescar, reparar el refugio y cuidar del animal. En medio de ese aislamiento, Kull enfrentó uno de los momentos más extremos cuando sufrió un absceso dental. Ante la imposibilidad de recibir atención médica, consultó por radio a una amiga enfermera, quien le recomendó sacarse la pieza. Amarró un hilo a una mesa y, con un movimiento brusco del cuello, arrancó el diente. “Me dolió mucho más pensarlo que hacerlo”, relató.

El aislamiento también lo llevó a periodos de depresión y desesperanza. Sin embargo, asegura que la experiencia le dejó tres lecciones fundamentales: descubrir su propio potencial, entregarse al momento y aceptar la realidad tal como es. “No puedo controlar el clima exterior, pero puedo aprender a vivir con él. Lo mismo pasa con el clima interior: a veces hace sol y a veces hay tormenta”, reflexionó.

cabaña de bob kull en la patagonia construida con madera contrachapada y lonas de plástico sobre unos pilares

Cabaña de bob kull en la patagonia construida con madera contrachapada y lonas de plástico sobre unos pilares

Un hogar en la soledad

Tras más de un año, una embarcación de la Armada y su amiga Patty llegaron a buscarlo. Kull no tenía prisa por partir. “Me senté en la popa y observé cómo la isla desaparecía. Era mi hogar”, dijo.

Hoy, a los 79 años y radicado en Vancouver, Canadá, continúa buscando refugio en lugares remotos. Pasa semanas acampando solo en lagos aislados, cuyo paradero mantiene en secreto. “No quiero que nadie interrumpa mi soledad”, confiesa.