Durante la tercera y cuarta semana de enero, la Región Metropolitana ha experimentado una intensa ola de calor, con temperaturas que han superado los 30 °C a lo largo de siete días consecutivos.
En Santiago, los termómetros han registrado un aumento progresivo en las temperaturas máximas, alcanzando valores notables. La situación alerta sobre los golpes de calor y las consecuencias que tendrían en la población.
Hasta el miércoles 24 de enero se esperan “altas temperaturas máximas“, que podrían llegar hasta los 37 °C, entre las regiones Coquimbo y Los Lagos, por lo que los expertos llaman a tomar precauciones.
Asimismo, en consideración a la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), que pronostica un evento de altas temperaturas, Senapred decretó esta semana alerta amarilla para la Región Metropolitana, que se mantendrá vigente hasta que las condiciones así lo ameriten.
Por esto, diferentes autoridades ministeriales se reunieron esta mañana para abordar la problemática y desarrollar un plan de trabajo que disminuya el riesgo de sufrir un golpe de calor durante este verano.
“Para el Ministerio de Salud lo más importante es la prevención, que tomemos conciencia que estamos en una situación climática que ha ido cambiando y que cada vez vamos a tener en forma más frecuente estos eventos de calor extremo“, sostuvo la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
En ese sentido, la secretaria de Estado añadió que “a través de la coordinación del Senapred, tenemos un plan que está en curso, que empezó una alerta temprana preventiva desde noviembre y que hay varias regiones del país que están en alerta amarilla“.
“A partir de este año está vigente el Plan Nacional de Emergencia por Calor extremo que nos ha permitido establecer un sistema de alerta frente a las altas temperaturas y cuyo principal objetivo es cuidar la salud de las personas, sostuvo Alicia Cebrián, subdirectora de Reducción de Riesgos de Desastres Senapred.
De esa manera, detalló que “el objetivo de la estrategia es tomar medidas con anticipación para no exponerse innecesariamente a una situación que pudiera generar algún daño a la salud de las personas, de principalmente de las poblaciones más vulnerables, como niños, niñas, personas mayores, no olvidar a nuestras mascotas, que también se exponen”.
Golpe de calor y sus consecuencias
El golpe de calor se produce por exceso de altas temperaturas. Cuando una persona está expuesta prolongadamente al calor, la temperatura corporal aumenta, pudiendo llegar -incluso- a los 40° grados o más. En estos casos lo recomendable es asistir al centro de salud más cercano.
“Las alarmas que son más graves tienen que ver con el nivel de conciencia, con alteraciones de ese tipo de producto del daño que se está generando a nivel del sistema temperatura central. Pero hay otros síntomas previos, como la piel y las constructivas de los ojos resecas o dolor de cabeza, que suele ser lo primero”, explicó Nelson González, académico de la Universidad San Sebastián.
González precisó que “los más expuestos a este tipo de síntomas podrían ser los menores de cuatro años, personas mayores de 65 años y aquellos que tengan patologías cardiovasculares, además de mascotas”.
El urgenciológo de la Clínica Universidad de los Andes, el doctor Cristián Garrido, explicó que “personas hipertensas, que están tomando medicamentos, la regulación de su presión está mucho más controlada por los mismos fármacos, por lo que si se deshidratan un poco, van a sentir más la los síntomas. Así también los niños menores de dos años y las personas mayores con demencia”.
La recomendación de los expertos es no exponerse al sol en horarios con mayor temperatura, es decir, entre las 12 hasta las 5 de la tarde. Tampoco se recomienda hacer deporte durante esas horas, por el riesgo que podría conllevar.
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