Luz, de 91 años, decidió llevar el caso hasta la justicia debido a los efectos auditivos y psicológicos que le habrían provocado los constantes ladridos. “Me interrumpía la rutina y, de repente, tenía que sentarme aquí, abrazarme la cabeza y pensar qué es lo que sigue, porque el perro me perturbaba”, expresó.
La Corte de Apelaciones de Hualpén ordenó a una mujer adoptar medidas para evitar que su perro moleste a su vecina, una adulta mayor de 90 años.
Luz decidió llevar el caso a la justicia debido a que los constantes ruidos provocados por la mascota le habrían generado daños auditivos y psicológicos.
“Le gusta ladrar y, como no lo limitan, ladra todo el día. Yo estoy así, enferma de tanto ladrido”, relató en CHV Noticias. Agregó que antes llevaba una vida tranquila, pero que actualmente su rutina se ve constantemente interrumpida.
Respecto de la conducta del can, sostuvo que es “agresivo” y que no tiene limitaciones. En cuanto a su estado de salud, indicó que padece una arritmia aortocoronaria.
“Les pedí buenamente, como vecina, que al perro lo mantuvieran al fondo, para que por lo menos se atenuara el ladrido. Pero no hicieron caso, porque para ellos es un miembro de su familia. Me interrumpía la rutina y, de repente, tenía que sentarme aquí, abrazarme la cabeza y pensar qué es lo que sigue, porque el perro me perturbaba”, subrayó.
En ese contexto, la Corte determinó que la exposición constante a ruidos molestos constituye lo que se denomina “violencia sorda”, un concepto utilizado para describir daños que no implican necesariamente una agresión física, sino efectos psicológicos.
Además, el fallo ordenó modificar el comportamiento del animal e instalar algún tipo de aislamiento acústico. También se ofició al municipio de Hualpén para fiscalizar el cumplimiento de dichas medidas.
La sentencia hace referencia a la Ley Cholito, que exige a los dueños de mascotas adoptar medidas para evitar daños a terceros y velar por el bienestar animal.
Al respecto, el alcalde de Hualpén, Miguel Rivera, comentó que “no tenemos una expertiz, producto de lo inédito del fallo. Obviamente, lo que se solicita y se pide es que haya una especie de aislación que no permita que la mascota, en este caso, genere esta complicación hacia la vecina que hoy día está realizando esta denuncia”.
Por su parte, el dueño del perro, Gabriel, respondió en el citado medio que “me parece súper insólita la demanda que interpusieron en contra de mi perro, ya que es un perro de casa, que duerme dentro de la casa y ladra como cualquier perro”.
Además, aseguró que “el perro le ladra porque desde chico ellos lo maltrataron, le tiraban piedras, a presencia de mi hijo menor”.