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Este miércoles la atención de la opinión pública se volcó a la detención del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, pasado el medio día en un restaurante en Cañete. El accionar se remonta a la primera querella emitida el 2020, invocando a la Ley de seguridad interior del Estado, que fue ampliada este año en el gobierno del presidente Gabriel Boric, no sin antes haber recibido críticas por su postura inicial, de no querellarse ante la ausencia de acciones, a pesar de los dichos de Llaitul llamando a la resistencia armada.

En dicho contexto, tras las reacciones políticas a favor y en contra del Gobierno y la propia figura de Llaitul, cerca de las 18:00 horas, cuando el detenido fue trasladado e ingresado al cuartel de la PDI en Temuco, la CAM emitió un comunicado que reprodujo el medio Werkén Noticias.

Se trata no solo de una respuesta ante la detención de Llaitul, sino también un manifiesto de su causa y confrontación al Estado y autoridades políticas que están o han estado involucradas en la mediación ejercida por el Ministerio del Interior: “La decisión de este gobierno de pseudo izquierda de dar continuidad a lo que fue antes la Concertación, pone una vez más su administración al servicio de las oligarquías y conglomerados económicos que tienen sus intereses puestos en nuestro territorio ancestral mapuche”, señala el comunicado, poniendo el foco como “operadores políticos de inteligencia” en el subsecretario Manuel Monsalve y el delegado presidencial de la provincia de Arauco, Humberto Toro.

Asimismo, acusan al Partido Comunista de haber “respaldado la presencia de militares en el Wallmapu y permitido operaciones políticas de esta índole en contra del movimiento mapuche autonomista, como la llevada a cabo el día de hoy”.

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En cuanto a la detención en sí, manifiesta que “busca amedrentar el proyecto político-estratégico que llevan adelante familias, comunidades y weichafe dignamente. Quienes, masivamente, hemos vuelto a ocupar territorios que hasta ahora estaban bajo control de la industria forestal y el latifundio”, proceso que, dicen “nada tiene que ver con mafias de madera y narcotráfico, de lo cual nos hemos siempre desligado tajantemente”.

“Declaramos esta detención como la materialización de la persecución política en contra de nuestro proyecto político”, agrega el texto, sosteniendo que busca la “confrontación a este Estado colonial y su política de integración forzada“.

“Luchamos por la reconstrucción nacional mapuche“, consigan, contra la “presión para recibir migajas que ofrece el Estado“, lamentando que “hoy siguen existiendo algunos yanakona que, diciendo estar a favor del diálogo, no hacen más que esperar réditos personales y un indigno reconocimiento y posicionamiento otorgado por la mano opresora de su propio pueblo”

De esta manera, el comunicado termina con un “llamado a las demás dignas expresiones del weichan, a los lof y comunidades en resistencia del meli witxan mapu a continuar y comenzar nuevos procesos de recuperación en contra del gran capital, a través de un verdadero control territorial“, como también a “continuar con la resistencia y sabotajes en contra, principalmente, de la industria forestal, hidroeléctrica, minera y salmonera“.

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