Según dos fuentes oficiales, el presidente Donald Trump se opuso a un plan de Israel para asesinar al líder supremo iraní, Ali Khamenei. La decisión se da en medio de una creciente escalada militar entre Israel e Irán, mientras Estados Unidos busca evitar una guerra en Medio Oriente.
(CNN) — El presidente Donald Trump se opuso a un plan israelí para asesinar al líder supremo de Iránhttps://edition.cnn.com/2025/06/15/politics/us-military-trump-israel-iran, el ayatolá Ali Khamenei, según confirmaron dos fuentes a CNN, en medio de una creciente escalada de ataques entre Israel e Irán.
El mandatario ha manifestado —tanto en público como en privado— su intención de mantener a Estados Unidos fuera del conflicto, al menos por ahora.
Durante el fin de semana, un alto funcionario estadounidense indicó que Israel tuvo la oportunidad de llevar a cabo el ataque, pero la administración Trump comunicó su rechazo a esa operación, que finalmente no se ejecutó.
El presidente estaría decidido a evitar una nueva guerra en Medio Oriente, consciente de la cambiante dinámica política interna de su partido.
Consultado por Fox News sobre los reportes, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu evitó confirmar la información.
“Hay muchas noticias falsas sobre conversaciones que nunca ocurrieron y no voy a entrar en eso”, declaró. Más tarde, un vocero de Netanyahu dijo a CNN que los reportes eran “falsos”.
EE.UU. busca contener el conflicto sin abandonar a Israel
Pese al recrudecimiento de los ataques, la administración Trump ha manifestado su disposición a continuar las negociaciones nucleares con Irán, aunque las posibilidades de un acuerdo parecen mínimas.
Fuentes cercanas al tema indicaron que Israel ha conversado con Estados Unidos sobre un posible aumento de su involucramiento, aunque hasta ahora no se han discutido detalles concretos.
Si bien Trump prefiere evitar una intervención directa, algunos funcionarios dentro de su gobierno creen que una participación militar limitada podría ayudar a Israel a cumplir sus objetivos más rápidamente.
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“No estamos involucrados en este momento. Es posible que lo estemos, pero ahora mismo no lo estamos”, afirmó Trump a ABC News el domingo.
Desde el inicio de la ofensiva israelí el viernes por la mañana, EE.UU. ha ofrecido apoyo defensivo para interceptar los misiles iraníes, pero se ha abstenido de participar en acciones ofensivas.
Trump ha resistido las presiones de sectores republicanos que exigen un respaldo militar más activo.
Mensaje en redes y tensión creciente
En una publicación en Truth Social el sábado, Trump aseguró que Estados Unidos “no tuvo nada que ver con el ataque a Irán esta noche”.
No obstante, advirtió a Teherán que si se produce un ataque directo contra intereses estadounidenses, “la fuerza y el poder total de las Fuerzas Armadas de EE.UU. caerán sobre ustedes como nunca antes se ha visto”.
Trump insiste en que aún es posible alcanzar un acuerdo que limite las ambiciones nucleares iraníes, a pesar de que una ronda de conversaciones prevista en Omán fue cancelada.

Una enorme humareda se eleva desde unas instalaciones petrolíferas después de que parecieran haber sido alcanzadas por un ataque israelí el sábado en el sur de Teherán. Mohammad Ghadamali/AP vía CNN Newsource
El presidente busca mantener su imagen como un actor global que promueve la paz, una promesa que —según sus críticos— ya ha sido puesta a prueba en conflictos como el de Ucrania y Gaza.
La situación actual representa un nuevo punto de inflexión para su liderazgo.
La estrategia israelí y los límites de EE.UU.
Funcionarios israelíes afirmaron que su operación en Irán podría extenderse por “semanas, no días”, y que avanzan con el visto bueno implícito de Washington. Un alto funcionario del gobierno de Trump confirmó que la Casa Blanca está al tanto de los planes y no ha expresado objeciones al cronograma.
Estados Unidos mantiene preparadas diversas opciones para una eventual acción conjunta con Israel contra instalaciones nucleares iraníes, muchas de ellas ubicadas en zonas subterráneas. Sin embargo, no hay indicios de que Trump esté considerando activar esas opciones.
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“No estamos ahí, al menos no en términos prácticos”, afirmó un funcionario israelí. Añadió que, si EE.UU. optara por un rol ofensivo, Israel no trataría de disuadirlo, pero tampoco ha solicitado esa intervención.
El objetivo declarado por Israel es eliminar cualquier amenaza existencial proveniente de Irán, tanto por su programa nuclear como por su capacidad de misiles balísticos.
Tensiones internas y presión republicana
Dentro de la Casa Blanca, persiste un fuerte escepticismo sobre una mayor participación en el conflicto. Trump, según múltiples fuentes, está decidido a evitar una guerra que no comenzó y que podría complicar su política exterior.
Aunque inicialmente advirtió a Israel sobre los riesgos de atacar, posteriormente expresó su apoyo a la ofensiva, admitiendo que estaba al tanto de los planes.
Trump ha criticado durante años las “cruzadas de construcción nacional” que, a su juicio, llevaron a tropas estadounidenses a morir en guerras sin retorno.
“Durante al menos dos décadas, líderes de ambos partidos arrastraron a nuestro ejército a misiones para las que nunca fue concebido”, dijo en un discurso en West Point.
Sin embargo, algunos aliados republicanos, como el senador Lindsey Graham, lo instan a involucrarse: “Si la diplomacia fracasa, respaldar totalmente a Israel mostraría que EE.UU. ha vuelto a ser un aliado confiable y una fuerza contra la opresión”, escribió Graham en X.