(EFE) – El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tachó este sábado de “inaceptable” la respuesta de Hamás al plan de alto el fuego mediado por Estados Unidos, que proponía la liberación de 10 rehenes vivos y 18 fallecidos en dos semanas.
El grupo islamista condicionó su aceptación a la retirada total israelí de Gaza y negociaciones para un cese permanente de hostilidades, según confirmó la oficina del mandatario en un comunicado.
Escalada militar y crisis humanitaria
Mientras las conversaciones se estancaban, el ejército israelí intensificó sus bombardeos en el norte de Gaza, destruyendo 60 edificios residenciales en 48 horas según reportes de Defensa Civil palestina.
Los hospitales locales recibieron más de 60 cadáveres en un día, elevando el balance total a 54,400 muertos desde octubre de 2023, según el Ministerio de Salud gazatí.
Steve Witkoff, enviado especial estadounidense, respaldó la postura israelí al afirmar que Hamás “retrocedió en las negociaciones”. Netanyahu reiteró que Israel “continuará operaciones militares” hasta derrotar al grupo y rescatar a los cautivos.
La brecha entre ambas partes parece insalvable: mientras Israel insiste en acuerdos temporales, Hamás demanda garantías de fin definitivo a la guerra como paso previo a cualquier diálogo.
La negativa ocurre en un contexto de presión internacional creciente, con EE.UU. intentando evitar una escalada durante el Ramadán. Analistas advierten que el fracaso de estas negociaciones podría prolongar el conflicto por meses, profundizando la catástrofe humanitaria en Gaza, donde según la ONU 1.7 millones de personas están desplazadas.