La medida, que será oficializada por decreto en los próximos días, podría impactar el turismo de compras hacia Chile, al disminuir el atractivo de adquirir estos productos en el extranjero.
El gobierno argentino anunció este martes una serie de reformas arancelarias que afectarán directamente a productos tecnológicos importados, en un intento por reducir sus precios y fomentar una mayor competencia en el mercado local.
A través de un comunicado, la administración del presidente Javier Milei informó que la medida será oficializada a través de un decreto que se publicará en los próximos días y contempla una baja progresiva de impuestos para celulares, televisores, aires acondicionados, consolas de videojuegos y otros artículos electrónicos.
El plan incluye una reducción inicial del arancel de importación para teléfonos celulares, que actualmente tributan un 16%. Este impuesto pasará a 8% tras la entrada en vigor del decreto, y será eliminado completamente el 15 de enero de 2026.
Además, el impuesto interno que afecta a celulares, televisores y aires acondicionados importados disminuirá del 19% al 9,5%.
En el caso de los productos fabricados en Tierra del Fuego, este gravamen se eliminará por completo (de 9,5% a 0%).
Por su parte, las consolas de videojuegos —actualmente sujetas a un arancel del 35%— verán una reducción significativa, con una nueva tasa del 20%.
“El objetivo de la medida es provocar una baja general en los precios y ampliar la oferta de productos mediante una mayor competencia”, indicó el Ejecutivo a través de un comunicado. Se estima que el valor de los dispositivos tecnológicos importados podría caer hasta un 30% tras la aplicación del nuevo esquema tributario.
La decisión podría modificar significativamente el comportamiento de los consumidores argentinos, que en los últimos años han optado por cruzar la cordillera hacia Chile para adquirir productos tecnológicos a menor precio, aprovechando el diferencial de costos.
La baja de precios en Argentina podría reducir ese atractivo, afectando el auge del “turismo de compras” que se ha desarrollado principalmente en ciudades chilenas como Santiago y Osorno, donde los malls han registrado una alta afluencia de visitantes trasandinos.
Por ahora, se espera que la implementación efectiva de esta política tenga un efecto gradual, mientras se concreta el decreto y comienzan a llegar al mercado los productos con menor carga impositiva.
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