Gabriel Boric asumirá oficialmente como presidente de la República este 11 demarzo, en una ceremonia de cambio de mando que se realizará en el Salón de Honor del Congreso Nacional, en Valparaíso. Desde entonces, ejercerá sus labores desde el Palacio de La Moneda, mientras residirá junto a la futura primera dama, Irina Karamanos, en el Barrio Yungay.
Como los líderes que le han antecedido, requerirá un despliegue de seguridad personal las 24 horas del día, los siete días de la semana. A la espera de la jornada de este viernes, CNN Chile conversó con Aldo Vidal, general (r) de Carabineros y ex escolta de la presidenta Michelle Bachelet, quien detalló la historia reciente del trabajo de escolta presidencial y analizó la seguridad del barrio que circunda a la futura residencia presidencial.
“La escolta presidencial que hoy asume la responsabilidad del presidente electo, futuro presidente en ejercicio, ya ha ganado mucha experiencia”, señaló Vidal, recordando que “el año 0 nace esta unidad especializada al alero de Carabineros de Chile, con el asenso del presidente Aylwin, porque antes gran parte de la seguridad estaba a cargo de las Fuerzas Armadas, del Ejército”.
En ese sentido, luego de 30 años de consolidación, Vidal explicó que uno de los mayores desafíos de la mencionada unidad esécializada de Carabineros es “intentar que no cambie tanto la vida del presidente“. Sobre las dificultades que han tenido tras haber formado la unidad, el general (r) de Carabineros manifestó que “al no existir una casa presidencial oficial, esto ha sido una búsqueda“, detallando que “mi experiencia el año 2005, previo a la llegada de la presidenta Bachelet, fue difícil, para encontrar el lugar que nos permitiera tener un grado importante de seguridad del entorno“.
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“Hay varios elementos que se deben conjugar”, sostuvo Vidal, destacando “el trabajo que hace la Dirección de Inteligencia de Carabineros“. En ese sentido, agregó, “el presidente siempre deberá tener a alguien que lo escolte“, debido a que hay “un servicio de carabineros de uniforme, que se preocupa del entorno del inmueble y, por otra parte, está la escolta presidencial propiamente tal, con un equipo siempre ahí, con la capacidad de reaccionar frente a una emergencia”.
Recordando su trabajo como líder de la escolta de la presidenta Bachelet durante su primer periodo, Vidal subrayó que “fue muy respetuosa de la tarea que debíamos cumplir” y que desde su equipo “siempre hubo comunicación, lo que es fundamental“. Asimismo, sobre las amenazas y peligros de agresiones que enfrentan los presidentes indicó que “había un trabajo previo a cada evento que se programaba, porque cada evento tiene un nivel de riesgo“.
En tanto, comparando las herramientas que existían en 2006 y las que actualmente dispondrá el equipo de seguridad de Boric, reconoció que “hoy la tecnología ayuda mucho”, ya que, por ejemplo, “exiten dispositivos que pueden detectar y bloquear a un dron“.
“Todos quienes conforman estos dispositivos de seguridad son carabineros“, manifestó Vidal, indicando que, entre las ventajas de su formación para ejercer como escolta presidencia, “ellos se vinculan mucho con la gente”.
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