El matemático y Premio Nacional de Ciencias Exactas compartió en Influyentes lo que ha podido investigar sobre el efervescente crecimiento de la inteligencia artificial, expresando que el mayor desafío es aprender a navegar en un mundo atravesado por estas tecnologías.
La incorporación masiva de inteligencia artificial en distintas tareas del día a día, ya sea en lo laboral o en la vida personal, ha sido uno de los grandes “game changers” de la última década. Y con su inclusión en nuestras vidas, también surgen debates en cuanto a cómo, cuándo y qué hacer con estas herramientas.
Sobre esto hablamos con Eric Goles, matemático y Premio Nacional de Ciencias Exactas, para un nuevo Influyentes, donde expresó tajantemente no ser partidario de las prohibiciones sino más bien de la educación para aprender a “navegar” en una sociedad inmersa en esta realidad digital.
Al respecto, Goles expresó que es fundamental entender que como toda herramienta, la IA no es negativa ni positiva. Simplemente es una herramienta aún sujeta a las intenciones humanas que haya detrás de esta.
Dicho esto, afirmó que “el prohibir no tiene ningún sentido, en eso discrepo absolutamente. Tenemos que aprender a navegar en una sociedad que gracias a los contenidos de las redes, en particular los programas de inteligencia artificial, la verdad, lo que es ‘la verdad’, se diluyó completamente, es una trenza de cosas”.
El matemático publicó este año su libro Vida artificial, donde precisamente aborda estas discusiones. Allí menciona la historia del gólem, referencia a quienes plantean su preocupación de que eventualmente una inteligencia artificial se vuelva contra sus creadores.
¿Existe dicha amenaza? Para el académico, la presunción de que la IA es algo “demoníaco” habla más bien de ignorancia. “Son programas, son códigos de programa, enormes matrices de números obtenidas haciendo billones de correlaciones de datos”, aseguró. “No tienen inteligencia, no tienen voluntad. Son moledoras de símbolos y números”.
En ese sentido, los eventuales peligros que estas tecnologías pudieran conllevar vendrían más bien de quienes están detrás de cada programa. “Depende de seres humanos como tú o como yo”, añadió. Por ello, la pregunta que sí es necesario enfrentar, más que centrarnos en si es o no “peligrosa” la IA, es cómo vamos a navegar como sociedad en un mundo donde cada vez tenga más participación este tipo de tecnología.
En cualquier caso, añadió Goles, hasta ahora seguimos enfrentados al componente humano de todo lo que tenga relación con la inteligencia artificial, ya que al ser esta una simple herramienta, “no te va a chantajear, no tiene voluntad”.
Pero, ¿la tendrá algún día? “Probablemente por los próximos 100 años no va a haber avances radicales en cuanto a que un tipo de programa, llamemos inteligencia artificial u otro, adquiera alguna voluntad propia, que tenga conciencia de sí. Todo lo que tenemos al día de hoy no es así”.