La planificación urbana es un constante desafío, pero en tiempos de pandemia parece cobrar una particular importancia que no siempre se le da, en momentos en los que la distribución y densidad de las ciudades, junto con aspectos como el hacinamiento y la movilidad, son clave para contener una pandemia como la del COVID-19.

Para ahondar en este tema, Viviana Encina conversó con Francisco Vergara del Centro de Producción del Espacio de la Universidad de las Américas.

Lee también: Vlado Mirosevic: “Hemos perdido mucho tiempo de enfrentar la pandemia esperando órdenes de Santiago”

El especialista en urbanismo y su equipo han trabajado en estudios de planificación de las ciudades, antes y durante la pandemia. “Hemos levantado algunas cartografías y nos hemos dado cuenta que existen algunas coincidencias y evidencias que pueden considerarse como potenciales causales del avance del virus sobre algunas ciudades de Chile, especialmente en Santiago“.

Entre los hallazgos de las investigaciones de Vergara y el Centro de Producción del Espacio, anticiparon la expansión de los contagios por COVID-19 en Santiago según la condición socioeconómica. “Si bien el virus llega por el barrio alto, nuestra hipótesis en marzo era que este virus se iba a propagar con mayor fuerza a medida que avanzara el tiempo en los sectores donde las viviendas eran más precarias donde había más hacinamiento y donde tenían menor valor comercial”.

Estas hipótesis las pudieron elaborar con base en los datos de los estudios que hicieron antes de la pandemia y que tenían que ver con la economía urbana. “Lamentablemente, se ha cumplido la hipótesis y hoy día la mayor cantidad de contagios se está dando en las zonas de escasos recursos mientras que el virus tiene menor concentración en las zonas de altos ingresos”.

Frente a la evidencia y la evolución de la pandemia, Vergara asegura que la crisis sanitaria obligará a repensar las ciudades, su distribución y movilidad.

Lee también: Karen Rojo, alcaldesa Antofagasta: “Nadie me llamó para levantar la cuarentena”

Después de cada gran crisis sanitaria, epidemiológica mundial, siempre han habido transformaciones muy importantes en lo que es el pensamiento urbanístico. Por ejemplo, después de la crisis de la influenza española, se repensaron las ciudades. Aparece lo que se conoce como movimiento moderno en arquitectura y desaparecen los ornamentos en las ciudades, se aumenta el tamaño de las ventanas y se generan espacios más limpios”, comentó.

El experto hizo un llamado a las autoridades a prestar mayor atención a los estudios que realizan y que tiene que ver con medidas a largo plazo que, en principio, pueden parecer poco rentables pero que a larga reportarán un mayor beneficio. “No nos pescan mucho. Los tiempos políticos chilenos son muy diferentes a los tiempos de las necesidades sociales. En el riesgo que implica políticamente generar grandes transformaciones en las ciudades, hay muchos políticos que se echan para atrás. En ese sentido, lo que le pedimos a las autoridades es que nos escuchen“.

Tags:

Deja tu comentario