Bots, cuentas falsas e influencers políticos: Todo lo que debes saber para no caer en la desinformación
Por Polet Herrera
04.09.2025 / 19:36
{"multiple":false,"video":{"key":"czC0ozcG6IB","duration":"00:19:11","type":"video","download":""}}
A raíz del debate generado por el uso de bots en la carrera presidencial, Luis Enrique Santana, investigador en Comunicación Política y Ciudadanía Digital de la UAI, entregó en CNN Chile los principales lineamientos para evitar caer en la desinformación y aprender a informarse a través de fuentes confiables.
Luis Enrique Santana, investigador en Comunicación Política y Ciudadanía Digital de la Universidad Adolfo Ibáñez, explicó en Hoy Es Noticia de CNN Chile, algunos conceptos clave para entender cómo se construye la desinformación en redes sociales.
¿Qué es una cuenta falsa?
El académico señaló que, en el pasado, era relativamente fácil identificar una cuenta falsa, debido a fotografías trucadas o cuentas asociadas a un número desconocido. Sin embargo, con el avance de la tecnología y la sofisticación de la desinformación, “es casi imposible determinar, solo por la información de un perfil, si una cuenta es verdadera o no, porque ahora se pueden crear imágenes con inteligencia artificial”.
Santana explicó que actualmente existen influencers cuya personalidad completa ha sido creada mediante inteligencia artificial. “Entonces, puedes mantener esa cuenta en diferentes redes sociales y parece que fuera una persona real”, detalló.
¿Cuál es la diferencia entre influencer y bot?
El investigador enfatizó que la esfera pública se ha trasladado al espacio digital, donde las personas ejercen su opinión sobre distintos temas.
Un influencer político es alguien con muchos seguidores que comparte sus ideas de manera legítima. En cambio, una cuenta títere simula ser un usuario real, pero está controlada por un grupo ideológico. Un bot, por su parte, no es una persona que finge ser otra, sino una automatización de perfiles que distribuye contenido de manera masiva.
Santana explicó: “Lo primero es totalmente legítimo: una persona ejerciendo su opinión política en redes sociales y tratando de convencer a otros está dentro de lo normal. Sin embargo, cuando alguien maneja entre 20 o 30 cuentas para simular que son usuarios distintos, deja de ser tan legítimo. Y si esa persona programa decenas o cientos de bots que publican contenido al mismo tiempo en diferentes plataformas, logra que parezca que muchas personas apoyan una posición, cuando en realidad es un intento de engañar y generar una falsa percepción de adhesión”.
Uso de las redes sociales
En el tiempo en que existía Twitter (ahora X), esta red social era un espacio central para la discusión política. Actualmente, esto ha ido cambiando: la comunidad más joven se encuentra principalmente en TikTok, donde manifiesta sus visiones ideológicas. Además, está Telegram, que funciona de manera similar a WhatsApp, pero no puede ser intervenido, y se está utilizando como herramienta de descoordinación para difundir desinformación.
Santana explicó: “El problema que tenemos actualmente es que muchas personas se informan a través de redes sociales. Entre el 50 % y el 60 % dice que es su principal fuente de noticias del día. Si se insertan contenidos desinformativos en ese grupo, puede generar problemas mucho mayores. Otro tema importante son las mismas personas que reciben estos contenidos: muchas veces terminan convirtiéndose en difusores del contenido”.