Walmart anunció este martes que reducirá sus ventas de armas cortas y municiones para armas de fuego, un mes después de que más de 20 personas murieran en un tiroteo masivo en local de la compañía en El Paso, Texas. Ademas, presionaron al Congreso para que promulgue medidas de seguridad con armas.
En detalle, el minorista más grande de Estados Unidos informó que dejará de vender municiones para armas de fuego y municiones para rifles de cañón corto. Walmart también dejará de vender pistolas en Alaska, el único estado donde todavía lo hacía.
Por otra parte, solicitarán que los clientes ya no lleven armas abiertamente a sus 4.700 tiendas en Estados Unidos o sus tiendas Sam’s Club.
Sin embargo, Walmart continuará vendiendo rifles largos de cañón y escopetas y gran parte de las municiones para esas armas.
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En una nota a los empleados, el presidente ejecutivo de la firma, Doug McMillon, dijo que los cambios fueron provocados por el tiroteo en El Paso, Texas, así como por tiroteos masivos recientes en Dayton (Ohio) y Midland y Odessa (Texas).
“En una situación compleja que carece de una solución simple, estamos tratando de tomar medidas constructivas para reducir el riesgo de que eventos como estos vuelvan a suceder”, dijo. “El statu quo es inaceptable”.
Walmart representa alrededor del 2% del mercado de armas, sostuvieron desde la compañía. Walmart cree que no se encuentra entre los tres principales vendedores de armas en la industria, pero estima que tiene aproximadamente un 20% de participación en el mercado.
En la misma línea, McMillon dijo que los cambios de Walmart en las políticas de municiones reducirán su participación de mercado de alrededor del 20% a entre 6% y 9%.
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