Justo cuando en Chile se discute la idea de retirar anticipadamente parte de los fondos de pensiones para paliar los efectos económicos del coronavirus, la OCDE publicó un informe en el que aborda el tema y advierte sobre los efectos negativos que traerían estas medidas a largo plazo.
El documento señala que los encargados de hacer las políticas públicas deben “permitir el acceso a los ahorros para la jubilación como una medida de último recurso y en función de circunstancias excepcionales específicas individuales”.
Advierte que el retiro anticipado de los fondos podría provocar pérdidas temporales del valor de los activos, problemas de liquidez y gestión de inversiones para los fondos de pensiones.
“Y lo que es más importante, la insuficiencia de ingresos para la jubilación”, agrega.
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La OCDE estima que este tipo de políticas deben mantenerse como respuestas a situaciones específicas y que los gobiernos deben priorizar los programas de ayuda a las personas frente a la falta de ingresos.
Países como Bélgica, Australia y Perú, entre varios otros, ya han permitido que sus ciudadanos retiren parte de sus fondos o congelen sus cotizaciones. Aunque puede significar un alivio a corto plazo, también “puede tener un costo potencial para los ingresos futuros de jubilación”, alerta el informe.
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