Tras el triunfo de Colo Colo sobre Universidad de Chile, los coletazos por el Superclásico 184 el fútbol chileno siguen apareciendo y podrían acarrearle a los albos desde fuertes sanciones económicas hasta la suspensión del Estadio Monumental.
Esto, luego del uso de bengalas que fueron ingresadas al recinto de manera ilegal e irregular y que causaron más de un retraso y detención en el partido, además de los fuegos artificiales y bombas de estruendo también utilizados al margen de la ley.
Al punto que el portero azul Johnny Herrera, fiel a su estilo irreverente y polémico, afirmó que “no sé si estaba en Colina 1 o en una cancha de fútbol”.
Quien también reaccionó durante el desarrollo del lance fue la intendenta Karla Rubilar, quien criticó tanto la ausencia de medidas de seguridad al no poder rmantener las escaleras despejadas y el uso de los ya mencionados elementos de animación utilizados en el sector de galerías.
Intendenta @KarlaEnAccion: Lamentamos comportamiento d hinchada d @ColoColo, ya q a pesar d haber permitido fuegos artificiales regulados, ingresaron ilegales poniendo en riesgo seguridad. Esperamos q + allá d lo q establezcamos, @ANFPChile evalúe sanciones deportivas pertinentes pic.twitter.com/tcWs4ILTCp
— Intendencia RM (@IntendenciaRM) 25 de agosto de 2018
Por incumplimiento por parte de @ColoColo de mantener despejadas las escaleras de emergencia del Estadio Monumental, evaluaremos legalmente la sanción. En una fiesta deportiva familiar es menester qué se resguarde la seguridad #IntendentaEnAcción #RMdeTodos pic.twitter.com/evxgZF9DPX
— Karla Rubilar B. (@KarlaEnAccion) 25 de agosto de 2018
Según lo informado por la edición dominical de El Mercurio y de acuerdo al artículo 66 del Códio de Procedimiento y Penalidades de la ANFP, la posible sanción sobre Colo Colo podría ir desde una amonestación y multa económica hasta la suspensión del recinto por cinco partidos, sanciones que los albos ya conocieron en el pasado.
En 2003, luego que un proyectil impactara al volante azul Nelson Pinto, el Cacique no pudo ejercer su localía durante tres años en el recinto de Macul ante el conjunto laico y tanto en 2011 como en 2012 debieron jugar a puertas cerradas en el Monumental debido al mal comportamiento de los hinchas.
Pero Herrera y Rubilar no fueron los únicos, ya que el presidente de Azul Azul, Carlos Heller, anticipó un reclamo formal por la poca seguridad y los 10 minutos de atraso en el segundo tiempo por que “no corresponde a un espectáculo”.
“Espero que la ANFP se ponga los pantalones. No puede ser la cantidad de fuegos de artificio. Es impresentable, y vamos a hacer el reclamo que corresponde. Lo que pasó en la cancha lo ve el técnico, y lo vamos a conversar. Lo que estoy diciendo no es una excusa, pero es hora que acaben la violencia”, expuso vehementemente.
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