Naval sigue arrastrando un mal momento que lo tiene cerca de la extinción y de enfrentar una situación similar a la de Deportes Concepción en el año 2016, que por malos manejos financieros que derivaron en serios problemas económicos, fue desafiliada del profesionalismo.

Luego de la huelga de futbolistas desarrollada en el mes de mayo que duró cerca de una semana, y que tuvo como principal objetivo evitar la expulsión del elenco de Talcahuano del fútbol profesional, el presente del elenco penquista sigue siendo incierto.

Las las deudas y los sueldos impagos a los jugadores son los que hacen mella en una institución fundada en agosto del ’72, pero que parece tener fecha de caducidad.

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“No nos han pagado el sueldo de junio pese a que nos habían prometido hacerlo el viernes pasado. Después dijeron el lunes y tampoco. Ni siquiera nos han dado alguna explicación”, comentó a El Mercurio el volante Juan Pablo Aguilera.

El futbolista que, incluso, ha tenido que desempeñarse como conductor de Uber y en una empresa de ventanas, también las emprendió contra la Asociación de Fútbol Profesional (ANFP), a quienes acusó de desampararlos y de no darles claridad sobre cuestiones básicas como los horarios de los partidos. 

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“Quizás hasta acá no más llegamos. Estamos evaluando la opción de cerrar el club y esperar lo que digan los tribunales. Tenemos la tranquilidad de que estpa la boleta de garantía para pagar los sueldos prometidos a los jugadores”, sentenció al mismo medio el presidente de la institución, Fernando Rojas.

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