El documentalista chileno Patricio Guzmán estrenó La cordillera de los sueños en París, Francia, instancia en que aprovechó de comentar las manifestaciones que se han tomado las calles desde el 18 de octubre pasado.
En entrevista con Culto, el autor de La Batalla de Chile y Nostalgia de la luz aseguró que esta expresión de la sociedad fue “una explosión que nadie esperaba”, y que tampoco podría aventurarse con un pronóstico sobre hacia dónde irá. “Hay que ser reflexivo y calmo”, dijo.
“Yo estuve filmando cuatro meses antes y no había ningún síntoma que dijera que eso podía pasar; es una sorpresa total, ni los políticos, ni los analistas, ni la gente en general se explica cómo esto se incubó“, dijo Guzmán.
La nueva cinta es la tercera parte de la trilogía con que Guzmán busca retratar el Chile actual, lo que comenzó con Nostalgia de la luz y sus grabaciones en el norte, y continuó con El Botón de Nácar desde el sur del país.
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Consultado sobre el actuar del Gobierno ante la crisis, el documentalista afirmó que “es como si se hubiera roto una cañería de agua en pleno centro y se hubieran inundado unas 30 tiendas. El gobierno responde a ese pequeño hecho pero no a una hecatombe de un millón y medio de personas, es muy grande”.
“Es muy cómico ver al presidente con esa cara de buen transmisor que explica tamaño acto colosal con unas palabras muy de inundación o de terremoto”, agregó.
Patricio Guzmán hoy se encuentra radicado en Francia, luego que dejara Chile en 1973 tras pasar dos semanas detenido en el Estadio Nacional. De esos años de dictadura, la imagen del recuerdo de militares en las calles se convirtió en un hecho cuando se decretó estado de emergencia.
Sobre esto, Guzmán señaló que dicha decisión fue “el primer síntoma de que empezaron mal las cosas, de que (Sebastián Piñera) las interpretó mal desde el comienzo, él y probablemente el círculo que le apoya”.
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“Los militares fueron llamados y en cierto modo han hecho el ridículo. El que los dirige (Javier Iturriaga) hizo unas declaraciones que son cómicas desligándose de su responsabilidad, diciendo bueno yo estoy aquí, me mandaron, no tengo miedo, no estoy en guerra, contradiciendo al otro. El papel que ha hecho Piñera y su ejército es patético, vamos a ver qué pasa”.
Finalmente, y con el conocimiento de causa que tiene, Guzmán aseguró que el movimiento que se ha generado en nuestro país es similar al fenómeno de los “chalecos amarillos” en Francia, al ser “una masa de gente descontenta, que no es atendida por el Estado”.
“Llegan a ser miles de personas desatendidas, que el Estado no contempla; en el Estado no figura un sector para la gente sin color, la protesta neutra, eso no existía antes, siempre eran partidos, sindicatos, organizaciones que se crearon hace 1oo años. En este caso no hay eso, por eso el movimiento es tan extraño. Y eso es peligroso también, porque nadie está detrás para cuidarlo“.
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