Fue el pasado sábado 13 de abril que se realizó un encuentro catalogado como histórico: 54 mujeres de distintas edades e intereses en el mundo del libro (escritoras, editoras, ilustradoras, diseñadoras), se reunieron para formar un colectivo feminista que busca visibilizar y difundir la producción literaria de mujeres en el contexto de desigualdad que también es propio en ese ambiente.

“Esta reunión ha sido de mucha importancia, contó con escritoras y críticas feministas, como, Raquel Olea, Soledad Fariña, Eliana Ortega, Pía Barros. Somos las memóricas en la reflexión del Primer Congreso Literario, Mujer y Contracultura del año 1987. Se abordó la idea de autoconvocarse desde nuestras especificidades, como mesas, reflexiones y lecturas de las autoras. Ahora es prematuro pensar una estructura fija sino fluida, hay mucho que andar todavía”, señaló a El Desconcierto la escritora Carmen Berenguer, una de las voceras del grupo.

Por lo tanto, la primera actividad que realizaron como agrupación fue la lectura masiva “A viva voz”, que desarrolló en el GAM en el marco del Día del Libro, y en el que se destacaron fragmentos y obras de autoras que ya no están.

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Entre las integrantes del grupo se encuentran Claudia Apablaza, Carla Guelfenbein, Paula Ilabaca, Catalina Infante, María José Viera Gallo, Alejandra Costamagna, Lyuba Yez, Carmen Berenguer, y Nona Fernández. 

Desde el colectivo además señalan que están abiertas a seguir sumando integrantes más allá de cualquier límite de edad, géneros literarios, preferencias sexuales y literarias. “Es común que las escritoras en la institución literaria viven un patriarcado fuera de época.  Sabemos cómo se comporta la academia a la hora de leer un texto de mujer, encuentran que está fuera de su canon”, agrega Berenguer.

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“Hablan de la tradición literaria como si no hubiera ocurrido una Gabriela Mistral, que irrumpió el espacio literario chileno, con un corte de estilo y un lenguaje propio. No sé si habrán leído a Winétt de Rokha. Piensan que en la narrativa no existió Marta Brunett, Bombal. Se apela a una necesidad lineal de lectura y no estoy nombrando a escritoras como Marosa di Giorgio, Clarice Lispector, Feria de Lima, Diana Bellesi, Ida Vitale. La mujer escritora no es leída en Chile”, concluye la poeta Berenguer.

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