Por Bruno Delgado

El estreno de El Camino no sólo ha permitido que los seguidores de la serie revivan la historia y quienes no habían tenido la oportunidad verla se pongan al día, sino que todos volvamos a uno de los grandes personajes de la televisión: Jesse PinkmanY como sabemos que aún son muchos los que no han visto la película de Netflix, no te spoilearemos nada y solo hablaremos de Breaking Bad.

El personaje interpretado por Aaron Paul es uno de los pilares en los que se sostiene la trama desde su comienzo, siendo su corazón sangrante y a ratos su (rota) brújula moral en el descenso a los rincones más turbios del alma y mente humana. Es ahí donde Jesse brilla por sus dolores y vacilaciones en un mundo que no le perdona una.

Pocos personajes de este medio hancapturado de mejor forma las consecuencias y crisis de mirar el abismo a los ojos y que la oscuridad del abismo te devuelva la mirada, debiendo enfrentar angustias para las que su mirada inocente e ingenua no estaba preparada.

En una narración en la que su protagonista, Walter White (Bryan Cranston), termina abrazando sus colores más oscuros, la lucha de Jesse es por sobrevivir cargando el peso del mundo, su conciencia y una gran cantidad de cadáveres sobre sus hombros. Una batalla que no siempre gana, sino, por el contrario, suele exprimirle y torturarle el alma capítulo a capítulo. Y en honor a este persona que retorna con la película, elegimos las escenas que configuran a Jesse Pinkman como uno de los mejores personajes de la TV en Breaking Bad. Yeah, b****.

Grilled (temporada 2, episodio 2)

Jesse era más palabras que acciones. De lengua ágil, sus buenas intenciones o ingenuidad, los terminan metiendo en problemas. Así fue hasta que la ambición de Walter los llevó a estar en la mira de Tuco Salamaca (Raymond Cruz), el más peligroso de los narcos de la zona (hasta ese momento), quien los secuestra y, tras un almuerzo de terror, termina decidiendo que los va a asesinar.

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Tras un intenso forcejo en el suelo, Pinkman ocupa una distracción de Tuco para agarrar una piedra y golpearlo en la cabeza, con lo que suelta la metralleta que portaba, la que termina en manos de Mr. White. Todos pensamos que sería él quién dispararía y salvaría a Jesse, una vez más, pero no. En una adrenalínica escena, el propio Jesse se las ingenió para agarrar la pistola que portaba Salamanca, dispararle, sentenciar su muerte y lograr escapar. Manchando sus manos por primera vez con sangre, pero no sería la única.

Peek a Boo (temporada 2, episodio 6)

Probablemente es la escena menos dramática de todo el listado, pero es una de las más reveladoras sobre quién es Jesse. Al comienzo de este capítulo, Pinkman está esperando a Skinny Pete en la calle, mientras tanto, mira un bicho que está en la acera. Lo observa, examina y lo toma con delicadeza en su mano para luego dejarlo ir. Cuando su amigo llega, lo primero que hace es aplastarlo. La cara de lamento de Jesse es evidente, pero no dice nada.

Esta escena, sin diálogos y en silencio, muestra al verdadero Jesse, quien mira el mundo con ojos esperanzadores y hasta ingenuos. Lleno de simpatía por los mas débiles y desamparados, por otros como él, pero es el mismo mundo el que lo castiga por su mirada. No en vano en el mismo capítulo intenta proteger al  hijo de los drogadictos que le robaron la mercancía a Pete: porque en el mundo Breaking Bad, él y los niños son los únicos que pueden ser inocentes.

4 Days Out (temporada 2, episodio 9)

Si bien el camino de Jesse vendiendo drogas comenzó mucho antes de conocer a Walter, es la relación con él la que define su trayecto, no sólo como partner y aprendiz, sino como una (muy disfuncional) figura paterna, cuyas idas y venidas lo van formando. Es por eso que el momento en que ambos se quedan en el desierto, sin batería y abandonados en el vehículo donde “cocinan”, es un reflejo de ello.

Luego de que el profesor de química lo humillara y golpeara por el error de drenar la energía de la caravana, apenas Jesse ve que Walter toce sangre, su primera reacción es intentar ayudarlo, prestarle una mano y genuinamente se preocupa por él, no porque sea su socio en el narcotráfico, sino porque es lo más cercano que ha tenido en su vida a un padre. Porque Jesse no es otra cosa que un adolescente abandonado en busca de refugio.

Phoenix (temporada 2, episodio 12)

La vida de Jesse siempre fue de marginación. Por lo que cualquier mano que se le extendiera, la agarraba con desesperación. Es en ese túnel de soledad y traiciones que conoce a Jane Margolis (Krysten Ritter), la joven que le alquila una casa y que es su vecina. Ambos comienzan un romance con tintes de amor adolescente y, tras los momentos de horror que vivió, se sintió como un alivio saber que Pinkman no estaría solo. Pero esto era Breaking Bad y las cosas no podían ser tan fáciles.

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Tras la luna de miel retorna la heroína y el chantaje a Walt, por lo que la inocencia de su relación se desvanece. Esto desemboca en la mayor tragedia en la vida de Jesse. Cuando White irrumpe en su casa e intenta despertar a Jesse, termina moviendo a Jane, quien se está ahogando en su propio vómito. Tras unos segundos de dudas, la deja morir en la cama al lado de su pareja. Para muchos, este es el primer momento en que Walter se convierte en Heisenberg, pero lo cierto, es que es la muerte que provoca que Jesse pierda la fe en sí mismo y en el mundo.

Full Measure (temporada 3, episodio 13)

Mientras Walter es un maestro a la hora de autoconvencerse de que sus decisiones tienen un propósito moral superior, Jesse es castigado física o emocionalmente por intentar hacer lo correcto y no se perdona el hacerle daño un inocente. Sea un mal causado o no por él, ya que es como si Jesse sufriera por los pecados de Walter.

Como dice un artículo de Slate: se puede ver la corrosión moral de Walter, por cuan apaleado está Jesse. De cierta manera, actúa como una especie de Retrato de Dorian Gray hecho persona. Y uno de los momentos clave es cuando Heisenberg lo transforma en su brazo armado y lo obliga a asesinar a Gale Boetticher (David Costabile).

Hasta ese momento, Jesse nunca había asesinado a sangre fría y el dolor de apretar el gatillo lo termina por quebrar. Una muestra no sólo de la irracional lealtad de Jesse hacia Walt, sino de la tormenta que tendrá en su cabeza por todo lo que sigue de historia…

Problem dog (temporada 4, episodio 7)

La angustia de Jesse no le permite vivir y se sumerge en días que pasan unos tras otros sin marcar diferencia, intentando evadir su dolor en fiestas, alcohol y drogas en su casa para poder seguir funcionando. Todo hasta que Mike y Gus ven el valor de Jesse en su lealtad, por lo que lo convierten en miembro del equipo más cercano del cartel.

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Tras salir vivo de una una fallida negociación con el cartel, Jesse asiste a una reunión con el grupo de ex drogadictos, en la que confiesa indirectamente el asesinato de Gale con una historia de un “perro problemático” que ha matado. Una mujer del grupo lo critica por su crueldad. pero el líder del grupo pide que no lo juzguen.

Ante esto, Jesse deja salir toda la rabia y culpa que tiene consigno mismo y con una sociedad que no es justa, ya que actos como el que cometió no tienen castigo, desmoronándose y confesando que solo iba a las reuniones para vender metanfetamina a adictos. 

Felina (temporada 5, episodio 16)

Tras el largo viaje de metanfetanimina, sangre y traiciones, Jesse tiene la oportunidad de acabar con Walter, pero eso hubiera sido nuevamente ser manipulado. Frente a frente, Jesse se da cuenta que Heisenberg está herido y que matarlo sería acabar más rápido con su sufrimiento. “Entonces hazlo tú mismo”, le responde. Todas las lecciones estaban aprendidas y el viaje completo.

Y esa última vez que se miran lo dice todo. Walter no le perdona la vida, se la entrega. Dejarlo marcha es permitir que sea libre. Desde el capitulo piloto, cuando Mr. White lo contacta para hacer metanfetamina siempre lo tuvo amarrado. Si no aceptas, te denunciaré, amenaza a Pinkman. Las lágrimas y risa histérica de Jesse cuando toma el volante y maneja por el camino no es de felicidad por no haber muerto, es por estar libre tras haber pasado por el infierno entre los cuerpos de Combo, Jane, Tomás y tantos otros inocentes que murieron al estar con contacto con él.

La historia de Jesse se podría resumir en una cruda coming of age story en el mundo del crimen, donde la desilusión del mundo que lo rodea y la pérdida de respeto a hacia los padres, y superarlos, es parte de abrir los ojos y de crecer para comenzar a vivir. Lo que Jesse hace cuando suelta el arma y, esta vez, al fin, no cae ante  las manipulaciones de Walter, firmando su verdadera libertad y el fin de su historia. Hasta El Camino.

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