Juan Alcayaga, el emblemático actor y comediante nacional, se ha convertido en un particular mentor de los cómicos del país.
A estas alturas parece homenaje, ritual o cábala. Por segundo año consecutivo, y sin siquiera pisar el escenario, Juan Alcayaga se convirtió en un protagonista del humor en Viña del Mar.
Si usted leyó y no sabe de quién hablamos, quizás vale la pena decir que Alcayaga es Don Carter, el personaje que se hizo famoso como parte del equipo de El Mundo del Profesor Rossa, pero que terminó -en una particular derivada- como un estandarte de los denominados chistes “sin censura” e inspirador de la nueva camada de humoristas nacionales.
En 2024, Luis Slimming lo usó como recurso para parte de su rutina. “Me invitaron al Festival de la Vendimia de Marchigüe y no tenía ni un chiste nuevo que contar porque los conté todos recién en la tele y un colega humorista me dice: “Luis, relájate, llega con puros chistes ordinarios. Luis, los chistes de pico (sic) en regiones los valoran más que el agua potable, de verdad que sí”, señaló.
“No tratís de hacerte el inteligente, ni de hacerte el cool. Anda con puro manguaco, puro manguaco”, continuó Slimming, para rematar diciendo que su respuesta fue “Gracias por sus consejos, Don Carter, pero necesito una segunda opinión”,ante la carcajada del público.
Y en 2025, fue Edo Caroe quien lo mencionó. “Me encanta Don Carter. Creo que es uno de los mejores comediantes de este país, Lo invité hace poco a mi show en el Movistar Arena, el quinto”, partió, sacando un espontáneo aplauso.
Caroe, a continuación, pasó a contar lo que relató como un chiste que le había “prestado” Don Carter, y que se lo había contado “a las 10 de la mañana”.
“Me dice, ¿tú sabes qué, Edo? Que el pepino es bueno para la memoria. Y le digo, ‘no, Don Carter, ¿por qué?’ Porque una vez me metí uno en la raja (sic) y no se me olvidó nunca más”, señaló, entre las risas del público.