(CNN) – El deterioro cognitivo y el COVID-19 están estrechamente relacionados, según han mostrado investigaciones recientes relacionadas con los efectos secundarios de la pandemia.

Uno de estos es síntomas es la “niebla mental“, como se le conoce al deterioro cognitivo, que puede persistir durante meses en algunos pacientes sobrevivientes del COVID-19 que fueron hospitalizados e incluso en algunos que no lo fueron, según una investigación publicada en la revista JAMA Network Open.

En el estudio se estableció que alrededor de una cuarta parte de los pacientes que tenían COVID-19 y que hacían parte de registro del Sistema de Salud del Monte Sinaí, en Nueva York, experimentaron algunos problemas de memoria. Y si bien los pacientes que estaban hospitalizados eran más propensos a padecer la llamada niebla mental después de una infección por coronavirus, algunos pacientes ambulatorios también sufrieron deterioro cognitivo.

Lee también: Joe Biden dio positivo a COVID-19: Está aislado y con síntomas leves

“Este patrón es coherente con los primeros informes que describen un síndrome disejecutivo después del COVID-19 y tiene implicaciones considerables para los resultados ocupacionales, psicológicos y funcionales”, escribieron los investigadores.

Otra investigación, publicada en abril de 2021 en la Revista Lancet Psychiatry, descubrió que una de cada tres personas con COVID-19 presentaba síntomas neurológicos o de salud mental a más largo plazo.

El COVID-19 produce problemas de memoria a largo plazo

Entre los síntomas más recurrentes de la niebla mental “están los problemas de concentración y con frecuencia tienen más ansiedad y depresión“, dijo a CNN el Dr. Gabriel Erausquin, profesor de neurología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, que no participó en este estudio, pero sí en otro que estudió el deterioro cognitivo y síntomas de la enfermedad de Alzheimer en pacientes con COVID-19.

Dicho estudio liderado por el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas fue hecho en población argentina y mostró las relaciones entre el COVID-19, el deterioro cognitivo y la aceleración de síntomas similares a los del alzhéimer. Fue publicado en julio de 2021.

Lee también: Qué precauciones tomar frente al alza de casos COVID-19

Los investigadores de un consorcio internacional buscaban comprender las consecuencias a largo plazo del COVID-19 sobre el sistema nervioso central. Encontraron problemas de memoria y marcadores biológicos similares a los observados en los pacientes con alzhéimer. Ambas enfermedades se caracterizan por la inflamación del cerebro.

Entre tres y seis meses después de haberse infectado, más de la mitad de los pacientes seguían teniendo problemas de olvidos y aproximadamente una cuarta parte experimentaba problemas cognitivos adicionales. El grado de enfermedad de un paciente con COVID-19 no era un indicador de si experimentaría un deterioro cognitivo.

“La gravedad de la enfermedad inicial no predice quién va a padecer esto. De hecho, muchos de ellos tenían síntomas mínimos: sólo un resfriado o pérdida de olfato“.

Lee también: Mascarilla deja de ser obligatoria en espacios cerrados de Buenos Aires

Problemas cognitivos del COVID-19

Entre los problemas cognitivos que presentaron estos pacientes estaban:

  • Olvidos persistentes.
  • Dificultad para secuenciar tareas.
  • Olvidar palabras y frases.

“Estos hallazgos sugieren que los pacientes que tuvieron COVID-19 pueden tener una aceleración de los síntomas y la patología relacionados con el Alzheimer”, el Dr. Thomas Wisniewski, profesor de neurología de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, que participó en este estudio.

Según los CDC, otros síntomas del COVID-19 a largo plazo son:

  • Cansancio o fatiga que interfiere con la vida diaria.
  • Síntomas que empeoran después del esfuerzo físico o mental.
  • Fiebre.
  • Dificultad para pensar o concentrarse (denominada “niebla mental”).
  • Dolor de cabeza.
  • Problemas para dormir.
  • Mareos al ponerse de pie (aturdimiento).
  • Sentimientos de alfileres y agujas.
  • Cambio en el olfato o el gusto.
  • Depresión o ansiedad.
  • Cambios en el cerebro.

Lee también: Los puntos claves del estudio para identificar el verdadero origen del COVID-19

Además de los problemas de cognición, las personas que han tenido casos leves de COVID-19 pueden haber acelerado el envejecimiento del cerebro y otros cambios en él, según un estudio publicado en la Revista Nature en marzo de 2022.

El estudio encontró que los cerebros de quienes tenían COVID-19 tenían una mayor pérdida de materia gris y anomalías en el tejido cerebral en comparación con los que no tenían el virus. Muchos de esos cambios estaban en el área del cerebro relacionada con el sentido del olfato.

Nos sorprendió mucho ver diferencias claras en el cerebro incluso con una infección leve“, dijo a CNN en un correo electrónico la autora principal Gwenaëlle Douaud, profesora asociada de neurociencias en la Universidad de Oxford.

Douaud y sus colegas evaluaron imágenes cerebrales de 401 personas que tenían COVID-19 entre marzo de 2020 y abril de 2021, tanto antes de la infección como un promedio de cuatro meses y medio después de la infección. Compararon los resultados con imágenes cerebrales de 384 personas no infectadas de edad, nivel socioeconómico y factores de riesgo como la presión arterial y la obesidad similares. De las 401 personas infectadas, 15 habían sido hospitalizadas.

Douaud explicó que es normal que las personas pierdan entre un 0,2 % y un 0,3 % de materia gris cada año en las áreas del cerebro relacionadas con la memoria a medida que envejecen, pero en la evaluación del estudio, las personas que habían sido infectadas con el coronavirus perdieron entre un 0,2 % y un 2 % adicional de tejido en comparación con las que no habían sido infectadas.

Tags:

Deja tu comentario