El informe Gaming Report 2025 de Bain & Company revela una paradoja en la industria: el crecimiento récord del valor contrasta con la lenta expansión de las superproducciones. El futuro se define por la narrativa, las comunidades y los ecosistemas abiertos que generan miles de millones.
La industria global del videojuego ha alcanzado un valor récord de US$ 219 mil millones en 2024, con proyecciones de crecimiento del 4% anual hasta 2028. No obstante, este hito económico esconde una severa crisis en el modelo de producción tradicional, según un nuevo análisis de Bain & Company.
El estudio Gaming Report 2025 enfatiza que la próxima era del sector ya no se define por los gráficos de última generación, sino por las experiencias sociales, la narrativa y el contenido generado por los usuarios (UGC).
Superproducciones en crisis: el auge del “game as a platform“
La principal tensión del mercado se concentra en el colapso del crecimiento de los juegos AAA (superproducciones de gran presupuesto). Su expansión en PC fue de apenas 8% anual (2018–2024), una cifra que palidece frente al 22% de crecimiento registrado por los juegos indie (independientes).
En contraste, los denominados “Games as a Platform” —títulos como Roblox, Minecraft o Fortnite— están creciendo entre un 10% y 20% anual en usuarios activos. Estos operan como verdaderos ecosistemas abiertos, donde los jugadores no solo consumen, sino que crean y socializan.

Roblox
El poder de la comunidad es evidente en las cifras de pagos: en 2024, Roblox pagó cerca de U$ 1.000 millones a sus creadores, mientras que Fortnite distribuyó más de U$ 350 millones, redefiniendo el reparto de valor en la industria gamer.
La dificultad para rentabilizar las costosas producciones AAA se debe a lo que Marcial Rapela, socio de Bain & Company, llama la “gran paradoja de la industria”:“La gran paradoja de la industria del gaming es que los jugadores cada vez pasan más horas conectados, pero gastan proporcionalmente menos. Los precios de lanzamiento se han mantenido estáticos por más de dos décadas, mientras los costos de desarrollo se disparan.”
Para compensar la caída del valor real de los juegos, la industria depende ahora de microtransacciones y suscripciones.
Otro cambio fundamental es la preferencia del consumidor. El 30% de los jugadores prioriza la narrativa y la inmersión en el universo propuesto sobre la jugabilidad. Esto ha impulsado el consumo cross-media, llevando a que adaptaciones de franquicias a series o cine, como Fallout, aumenten la base de usuarios activos de los juegos hasta en un 69%.
Finalmente, el método de descubrimiento se ha descentralizado. Solo el 12% de los jugadores recurre a tiendas digitales tradicionales, mientras que el 24% descubre juegos a través de influencers, acelerando la Distribución Directa al Consumidor (D2C), un modelo que ofrece a los jugadores precios más flexibles y mayor cercanía con los desarrolladores.
El informe concluye que el futuro de la industria estará marcado por el equilibrio entre la necesidad de nuevos modelos de monetización y el mantenimiento de la confianza de las comunidades que ahora impulsan su valor.