En la espera a GTA 6, la atención se la robó este título, que tuvo un pésimo recibimiento por parte de la crítica y usuarios quienes lograron un hito histórico en la tienda de Play Station.
A una semana del lanzamiento de Mindseye, los comentarios negativos no tardaron en llegar al videojuego de la desarrolladora Build A Rocket Boy, empresa de la que se esperaban grandes proyectos y títulos que parecen disolverse tras la salida de su primer proyecto.
Resulta que la mente detrás de esta desarrolladora es Leslie Benzies, productor de Grand Theft Auto, desde GTA 3 hasta GTA 5. Un curriculum que subió las expectativas de esta entrega, al saber que vendría respaldada por quien estuvo tras tantos juegos destacados por sus mundos abiertos, narrativa y rejugabilidad.
Se presentó con diversos teasers como una entrega de acción y disparos en tercera persona con gráficos de última generación, inteligencia artificial que reaccionaba a nuestras interacciones e increíbles animaciones.
Todo parecía ir bien en cuanto a la presentación, con buenas imágenes y vistazos que cumplían con lo prometido, pero poco a poco se dieron a conocer detalles que alertaron a muchos.
Las primeras dudas nacen por su extraño proceso de desarrollo.
En un principio se pensó como una experiencia narrativa y cinematográfica, que sería parte de un metaverso que consiste en un sistema de creación de juegos de gran potencia y calidad —o al menos así se anunció— llamado Everywhere (algo similar a otros servicios como Roblox o Vr Chat)
Mindseye sería la puerta de entrada para demostrar el potencial de su metaverso.
Hasta ahí la idea sonaba bien, pero tras una serie de decisiones, que hasta el momento son desconocidas, se invirtieron los papeles para finalmente vender Mindseye como un juego completo y el metaverso como un complemento multijugador.
A estos extraños comportamientos, se le sumaron que a tan solo días de la fecha de salida, algunos altos ejecutivos dejaron la desarrolladora y que a ningún medio se le entregó una clave de prensa.
El resultado de estas erráticas decisiones culminó en un juego con muchos bugs, mal rendimiento —sobre todo en Play Station—, IA inconsistente y una ciudad vacía.
Finalmente, cada misión cuenta con sus cinemáticas de buenos gráficos que mejoran la narrativa y compensan el poco peso de la jugabilidad repetitiva y detalles sin pulir que tiene el título.
Lo incompleto que se presentó el juego lo llevó a ser la valoración más baja de este año en la plataforma Metacritic y con 63% de valoraciones negativas en Steam.
Esta mala recepción llevó a Play Station a tomar acciones, pues dio la opción de reembolsar el juego a quienes lo hayan comprado y superaron las horas permitidas para solicitar la devolución del dinero. Esto no ocurría desde la —también fallida— salida de Cyberpunk 2077.
El futuro no es tan obscuro para Build A Rocket Boy, ya que proyectos como No Man Sky o Cyberpunk 2077, pudieron resurgir de las críticas tras un mal lanzamiento y mejorar su percepción del público. La desarrolladora ya lanzó parches para sus errores de rendimiento, bugs y trabaja para mejorar su IA.
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