El mundo se prepara para una era donde tu clon digital pueda discutir con tu jefe, negociar descuentos o incluso gestionar tu agenda de citas médicas. La gran pregunta es: ¿queremos un clon que nos libere o nos convierta en espectadores pasivos de nuestra propia vida?
¿Te imaginas tener un clon digital que no solo escriba tus correos, sino que también entienda tu humor y tu nivel de paciencia con los chats familiares?
Así son las nuevas IA personales: asistentes entrenados con tus datos para actuar como una versión digital de ti mismo.
Aplicaciones como Rewind AI y dispositivos como Rabbit R1 graban tus reuniones, tus búsquedas, tus notas de voz y se alimentan de cada interacción para aprender tu tono y tus hábitos. En Japón, Sony desarrolla mascotas IA que evolucionan emocionalmente contigo. En Corea del Sur, startups están probando dispositivos que monitorean tu estado de ánimo y ajustan música o iluminación para ayudarte a sentirte mejor. En Europa, empresas como MindBank desarrollan perfiles digitales que gestionan tus finanzas y toman decisiones de compra por ti.

Así sería mi imagen de clon digital, un @MacGenio en otra dimensión.
Según Gartner, para 2027 el 40% de los usuarios avanzados tendrán algún tipo de IA personal que no solo realice tareas, sino que también proponga soluciones anticipadas basadas en patrones emocionales y conductuales. Esto significa que tu clon digital podría cancelar esa reunión que tanto odias, reservar el restaurante que realmente quieres o incluso rechazar un compromiso social sin que tú muevas un dedo.
La promesa suena fantástica: más productividad, menos estrés y decisiones tomadas en piloto automático.

Pero el precio es alto. Todos estos datos quedan almacenados en nubes y servidores que podrían ser hackeados o vendidos a terceros. Un estudio de Deloitte reveló que el 62% de las personas están preocupadas de que su IA personal comparta información sensible sin permiso. Imagínate que tu IA anticipe tu antojo por sushi un lunes lluvioso y, antes de que tú lo pienses, ya haya ordenado tu combo favorito.
Suena eficiente, pero también es una forma sutil de manipular tus hábitos. Además, grandes marcas podrían usar esta información para bombardearte con ofertas hiper personalizadas o alterar tu comportamiento de consumo.
En Estados Unidos, Meta y Amazon exploran IA que actúen como “asistentes emocionales” capaces de recomendarte desde rutinas de ejercicios hasta playlists diseñadas para subirte el ánimo. En China, se están usando IA personales para conectar adultos mayores con servicios médicos y asistentes de compañía, mostrando otro ángulo social positivo, pero también abriendo el debate sobre la dependencia emocional y digital.
Mientras en Chile seguimos batallando con bots que no entienden nuestros reclamos básicos, el mundo se prepara para una era donde tu clon digital pueda discutir con tu jefe, negociar descuentos o incluso gestionar tu agenda de citas médicas.
La gran pregunta es: ¿queremos un clon que nos libere o nos convierta en espectadores pasivos de nuestra propia vida? ¿Estamos listos para que una máquina decida por nosotros en nombre de “nuestro bienestar”?
Mario Saavedra, conocido como @MacGenio, es especialista en temas de tecnología y cultura digital.