Profesionales de la Universidad de Chile plantearon que se pueden realizar ejercicios para mantener el cuerpo activo, pero que no comprometan la salud respiratoria.
Mientras la zona centro sur del país espera un nuevo sistema frontal, la capital ha vivido una mala calidad del aire, lo que ha acumulado alertas ambientales y preeemergencia. Estas situaciones han provocado, entre otras cosas, restricciones vehiculares, prohibición de quemar leña e impedimentos para hacer ejercicios.
Cuando hay niveles altos de contaminación ambiental, es importante no hacer ejercicio, comentó el doctor Felipe Rivera, broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
“Cuando una persona hace ejercicio, respira más intensamente, más frecuentemente, por lo tanto, lleva más aire hacia los pulmones. Al llevar más aire, la concentración de los elementos tóxicos, llámese los hidrocarburos, los agentes cancerígenos, los metales pesados, las partículas, especialmente PM 2.5, están en mayor concentración, por lo tanto, más posibilidades de hacer daño, más posibilidades de entrar al torrente sanguíneo, más posibilidades de provocar daño cardiovascular y pulmonar”, explicó.
En tanto, el doctor Guillermo Zepeda, pediatra broncopulmonar y subdirector de la Escuela de Medicina de la U. de Chile, señaló que cuando las personas realizan ejercicios, generalmente respiran por la boca y dejan de respirar por la nariz.
¿Qué ejercicios se pueden realizar cuando hay mala calidad del aire?: Expertos entregan recomendaciones/Agencia Uno
De esa forma, en condiciones normales, ingresará aire que “está seco, frío y contaminado a través de la boca en desmedro de una correcta respiración por la nariz”.
En el caso de un paciente asmático, por ejemplo, puede llegar a tener mucha más sintomatología, más tos y más complicación. Incluso puede llegar a tener dificultad para respirar. “Por eso que es tan importante que un paciente que tiene una enfermedad respiratoria crónica no practique ejercicio cuando hay mucha contaminación ambiental”, añadió.
Edgardo Opazo, académico del Departamento de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios, señaló que al realizar ejercicios al aire en días donde hay mala calidad del aire “aumenta la ventilación pulmonar, haciendo que respiremos más y más profundamente”.
“Esto favorece el ingreso de una mayor cantidad de partículas contaminantes al organismo, especialmente durante ejercicios aeróbicos de mediana o alta intensidad”, complementó.
En esa línea, planteó que es más óptimo hacer ejercicios con los que el cuerpo se mantenga activo, pero que no comprometan la salud respiratoria. Pueden ser actividades que estimulen el sistema musculoesquelético, pero sin generar grandes aumentos en la ventilación.
Dichos ejercicios se pueden realizar en espacios cerrados y protegidos del aire exterior. Si esto no es posible, se puede ejercitar al aire libre en horas donde haya menos contaminación, como en la mañana temprano o finalizando la tarde, y siempre alejados de tráfico vehicular.
Entre ellos se encuentran:
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