Aunque suele asociarse a lactantes, el virus respiratorio sincicial también está afectando a adultos. Revisa cómo se manifiesta, cómo se contagia y qué signos deben llevarte a un centro asistencial.
El virus respiratorio sincicial (VRS) se ha convertido en uno de los principales protagonistas de la temporada invernal, con un alza de casos tanto en niños pequeños como en adultos. Aunque suele asociarse a cuadros graves en lactantes, los expertos advierten que también puede generar complicaciones en otras edades.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, el VRS es uno de los principales causantes de bronquiolitis y neumonía en menores de dos años, pero también puede afectar de forma severa a personas mayores o con enfermedades crónicas.
En niños y lactantes los síntomas más comunes son:
En adultos, especialmente jóvenes, los síntomas pueden parecer un resfrío común (congestión nasal, tos leve, dolor de garganta), pero en personas mayores o inmunocomprometidas puede derivar en cuadros respiratorios graves como bronquitis o neumonía.
El virus sincicial se transmite de forma muy similar a otros virus respiratorios: a través de gotitas expulsadas al toser o estornudar, o por contacto directo con superficies contaminadas. Por ello, se recomienda:
La recomendación de los profesionales de salud es estar atentos a ciertos signos de alerta que requieren atención médica inmediata:
En adultos mayores, se debe consultar si hay dificultad respiratoria, fiebre prolongada o empeoramiento de enfermedades crónicas.
Para más información sobre el comportamiento de los virus respiratorios en Chile, puedes revisar los reportes epidemiológicos del Minsal.
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