Un estudio liderado por la Universidad de Chile investiga cómo la obesidad en perros podría inducir resistencia a tratamientos contra el cáncer mamario. El hallazgo no solo busca mejorar la medicina veterinaria, sino también aportar conocimientos relevantes para la oncología humana.
La obesidad no solo representa un riesgo para la salud metabólica de los perros, sino que también podría estar directamente relacionada con el desarrollo y la progresión del cáncer mamario, según un estudio liderado por la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile.
El proyecto, titulado “Dilucidando los mecanismos moleculares que promueven resistencia a drogas antitumorales inducidos por obesidad en cáncer mamario canino”, busca entender cómo el exceso de tejido adiposo afecta la respuesta de las células tumorales frente a los tratamientos farmacológicos.
De acuerdo con el doctor Cristián Torres, “se busca comprender cómo el tejido graso y las sustancias que produce pueden influir en que las células tumorales se vuelvan más resistentes a los tratamientos farmacológicos”.
Cáncer mamario en perras: una causa de muerte frecuente
El cáncer mamario es una de las principales causas de muerte en perras adultas. Aunque su tratamiento combina cirugía, quimioterapia y fármacos dirigidos, en muchos casos los tumores desarrollan resistencia, dificultando la eficacia terapéutica.
En este contexto, la investigación apunta a descubrir el papel de las adipocinas —moléculas secretadas por el tejido graso— en la generación de resistencia, a través de mecanismos epigenéticos como la metilación del ADN.
La investigación contempla dos líneas de trabajo: experimentos in vitro con células mamarias y análisis ex vivo de perras con obesidad y sin ella. El objetivo es determinar si los cambios moleculares inducidos por el entorno graso favorecen la supervivencia de células tumorales ante tratamientos comunes.
“La obesidad en perros es una condición nutricional cada vez más frecuente, influida por dietas desequilibradas y falta de ejercicio. Este exceso de grasa no solo predispone al cáncer, sino que también podría fomentar tumores más agresivos”, advierte el Dr. Torres.

Prevención: alimentación, ejercicio y controles veterinarios
Asimismo, el académico hace un llamado a priorizar la alimentación, balancead, el ejercicio y el control veterinario, como medidas clave de prevención.
En el caso de los gatos, el cáncer mamario tiene menor incidencia, aunque todos los tumores tienden a ser malignos. Por esta razón, el estudio se enfoca en los perros como modelo principal de análisis.
Más allá del impacto veterinario, esta línea de investigación tiene un alcance potencial en la medicina humana.
“El concepto de oncología comparada plantea que muchas enfermedades tumorales en perros son similares a las humanas. Por eso, estudiar estos casos podría sustentar futuras investigaciones en personas”, explica el académico.