Cuatro de los sospechosos fueron formalizados este jueves por los delitos de asociación criminal y robo con homicidio, tras ser vinculados al crimen a través de pruebas tecnológicas, como registros en Instagram, y declaraciones de testigos protegidos.
El crimen que conmocionó a Graneros el pasado 12 de marzo, cuando Carolina Calleja Lucero (51) y Rodrigo González Aguirre (63) fueron asesinados en su hogar, está siendo investigado por las autoridades tras la detención de varios imputados vinculados a una banda criminal.
La agrupación conocida como “Los 6-5” tiene una conexión curiosa con un juego de azar popular en las cárceles, pero también es la responsable de una serie de robos en la región, además de la muerte de los dos inocentes.
La detención de los imputados
Este jueves, cuatro de los sospechosos fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Graneros: Kevin Arenas Meza (21), Gonzalo Quiroz Rojas (22), Luis Saavedra Leiva (27) y Diego Fuentes Miranda (20).
Todos ellos fueron arrestados en la víspera, tras una exhaustiva investigación de la Policía de Investigaciones (PDI), que los vinculó con el homicidio a través de registros en Instagram, donde los acusados compartían información sobre futuros robos, consignó La Tercera.
Según el Ministerio Público, la banda utilizaba la red social para coordinar sus actividades delictivas, incluyendo imágenes de parcelas ubicadas mediante Google Maps para decidir sus próximos objetivos.
Además, el fiscal Carlos Fuentes señaló que la declaración de un testigo protegido fue clave para esclarecer los hechos, pues este reveló detalles sobre las conversaciones de los imputados, quienes reconocieron haber cometido el homicidio en Graneros y admitieron que uno de los disparos fue en respuesta a una confrontación con los dueños de la parcela.
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El crimen y su modus operandi
El crimen comenzó en la madrugada del 12 de marzo, cuando los acusados, tras realizar un robo menor en una parcela cercana, llegaron a la casa de los González Calleja.
Según la investigación, los imputados cortaron un cerco perimetral y entraron en la vivienda por diferentes puntos.
Al enfrentarse con el propietario, Rodrigo González, quien intentó defenderse con su escopeta, se desató un tiroteo.
El hombre recibió dos disparos en la espalda y falleció en el lugar, al igual que su esposa, Carolina Calleja, quien también fue asesinada por un disparo similar.
Los sujetos huyeron del lugar a pie y fueron recogidos por el automóvil que conducía uno de los imputados.
El fiscal formalizó a los imputados por los delitos de asociación criminal, robo con homicidio, y robo en lugar habitado. Además, Quiroz fue acusado por posesión ilegal de armas, infracción a la Ley 20.000 por drogas y por portar un arma robada.
En su domicilio, la policía encontró una importante suma de dinero en efectivo, más de $1 millón.
Defensa y versiones contradictorias
En la audiencia, Luis Saavedra, quien según las autoridades fue el conductor del vehículo utilizado en el crimen, negó su implicación en el homicidio.
Visiblemente nervioso, insistió en que no conocía a los demás imputados y que, cuando fue detenido, estaba trabajando.
Explicó que su teléfono móvil había sido robado y sugirió que los otros sujetos pudieron haber utilizado su número para coordinar el crimen, aunque las pruebas apuntan a su participación directa.
Por otro lado, los fiscales han resaltado que, más allá de la defensa de Saavedra, el caso está bien sustentado por pruebas tecnológicas y testimoniales, lo que deja claro el involucramiento de la banda en los crímenes ocurridos en la zona.