CNN Chile te explica: ¿Qué es y cómo funciona una acusación constitucional?
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.
La investigación del Instituto Milenio MIPP, que cubre un plazo de 10 años e incluye datos preliminares de 2022, entregó un análisis general de la violencia intrafamiliar en Chile, y resultados que permiten informar a la ciudadanía y a los creadores de políticas públicas en este tema.
Un estudio del Instituto Milenio de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) reveló que las cifras de mujeres que reportan haber sufrido violencia intrafamiliar (VIF) creció 11,4 puntos porcentuales en solo 10 años.
De acuerdo con datos de la encuesta y del sondeo de seguimiento, el análisis arrojó que en el caso de la “Prevalencia Vida”, que se refiere a las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia durante su vida, hubo un aumento desde 32,6% en 2012 hasta 44% en 2022, lo que muestra un alza de 11,4 puntos porcentuales en solo 10 años.
En tanto, en la “Prevalencia Año”, referida a mujeres que en los últimos 12 meses han sido víctimas de algún tipo de violencia, la cifra pasó de 18,2% en 2012 a 23,3% en 2022. A diferencia de la Encuesta, las estadísticas del CEAD revelan un panorama muy distinto en la cantidad de casos de violencia intrafamiliar en Chile. De acuerdo a los delitos registrados por esta plataforma, en 2022 el 1,5 % de mujeres a nivel nacional fue víctima de VIF.
“Las cifras conocidas por las policías e instituciones públicas respecto de los delitos de VIF difieren mucho de la realidad. Las estadísticas de la Encuesta son de aquellas mujeres sondeadas que reportan haber sido víctimas de VIF, las que pueden o no haber denunciado y por esto la diferencia es tan amplia. La realidad de cómo se manifiesta este fenómeno lo entrega la Encuesta, pero solo vemos los casos que entrega el CEAD, es decir, solo conocemos la punta del iceberg“, afirma Camila Trujillo, investigadora del Fondo de Género, Economía y Políticas Públicas del Instituto Milenio MIPP.
Según Trujillo y Damian Clarke, profesor Asociado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Milenio MIPP, la brecha entre incidencia y denuncia ante casos de violencia contra la mujer es bastante alta. De acuerdo a la Encuesta y al sondeo de seguimiento, las denuncias en sucesos de violencia en espacios laborales cayeron de 30,8% en 2017 a 13,6% en 2022. En violencia psicológica y física, las denuncias también han caído, pasando de 27,6% en 2012 a 18,6% en 2022, y de 36% en 2012 a 28,2% en 2022 respectivamente. En tanto, los principales motivos de por qué las mujeres víctimas de VIF no denuncian son 1) porque no fue algo serio y no lo consideró necesario, 2) le daba vergüenza contar su situación y 3) no cree que denunciar sirva o había denunciado antes y no pasó nada.
“Para conocer la real magnitud de este delito, es importante que estos hechos se denuncien. Pero ocurre que los canales y mecanismos de denuncia no son muy eficaces ni confiables, ya que las víctimas tienen miedo a denunciar por posibles represalias del agresor o creen que acudir a las autoridades no tendrá efecto. Además, aún existe una naturalización de la VIF, donde las mujeres creen que estos delitos no son tan graves o que no son un problema serio que se debería denunciar. Para revertir esta situación, es importante concientizar y educar a la sociedad en estos temas, ya que no es sólo un problema del sistema policial o judicial, sino que a nivel cultural y que requiere articulación en varias áreas”, concluye Trujillo.
En cuanto a la situación regional de la Prevalencia Año, Arica y Parinacota muestra un alza relevante pasando de 17% en 2017 a 35% en 2022, lo que significa un aumento de 18 puntos porcentuales en las mujeres que en los últimos 12 meses han sido víctimas de algún tipo de violencia. Otras regiones que evidenciaron crecimiento importantes son Tarapacá que pasó de 18% en 2017 a 29% en 2022, Antofagasta que subió de 20% en 2017 a 27% en 2022, Atacama que ascendió de 12% en 2017 a 22% en 2020, manteniéndose en 21% en 2022, y Valparaíso que trepó de 22% en 2017 a 28% en 2022.
Los resultados preliminares indican que en 2022 las regiones con menor Prevalencia Año fueron Los Lagos y Magallanes con un 16,6% y 18,3% respectivamente, mientras que en el periodo entre 2020 y 2022 se observa que en la mayoría de las regiones la prevalencia VIF general aumentó, con la excepción de la Región de Atacama, Coquimbo, Maule, Bío-Bío y Araucanía.
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.