Este 25 de noviembre, como cada año, se conmemora una de las muertes más simbólicas en la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, que décadas más tarde marcaría lo que hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Como todos los años, cada 25 de noviembre son miles las mujeres que se reúnen alrededor del mundo para enfrentarse contra una misma verdad: la lucha contra la violencia de género.
La fecha conmemora a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, tres mujeres que juntas se unieron en la lucha contra una de las dictaduras más sangrientas de América Latina.
Las hermanas, conocidas clandestinamente como “Las Mariposas”, eran parte de la oposición política que desafiaba abiertamente al dictador, Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana. A través de su valiente organización y voz crítica contra un sistema que oprimía, desde el régimen las marcaron, poniéndolas en la mira.
Manteniéndose activamente en la oposición, las tres mujeres durante el 25 de noviembre de 1960 fueron mandadas a matar por el dictador dominicano.
Minerva, Patria y María Teresa fueron brutalmente torturadas, violentadas y finalmente asesinadas por la Policía Secreta de Trujillo. Desde el gobierno intentaron encubrir el crimen como un supuesto accidente automovilístico. Pero al final, la verdad siempre encuentra la luz.
El asesinato de las tres hermanas no fue en vano. Sin saberlo, tras su muerte, ellas fueron el engranaje que fortaleció a los movimientos clandestinos, generando un efecto dominó que permitió acelerar el colapso y finalmente la caída de la dictadura.
Más de dos décadas después, en 1981 feministas latinoamericanas retomaron su memoria y propusieron convertir la fecha en una especie de denuncia continental frente a los derechos de las mujeres.
Y así, miles de mujeres marcharon en conmemoración de las tres y las demás mujeres violentadas alrededor del mundo.
Pero, no fue hasta 1999, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció oficialmente el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Hasta la fecha, el legado que dejaron las hermanas Mirabal sigue encendiendo los corazones de mujeres que salen a las calles a luchar por sus derechos, muchos de ellos básicos, recordando que la lucha contra la violencia de género no es solo algo simbólico, sino que es una problemática urgente, global y humana a la que se debe atender lo antes posible.
Violencia contra las mujeres en Chile
Instancia que está lejos de quedar en el pasado. Aún con décadas de diferencia, este hecho sigue interpelando por lo que sigue ocurriendo en la actualidad.
Estando en 2025, aún son muchas las mujeres que siguen siendo violentadas y asesinadas, donde el sistema incluso intenta culpar a las víctimas por los actos de otros, como si sus vidas fueran objetos sin derechos.
En Chile, según cifras entregadas por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, en 2024 se registraron 50 femicidios, de los cuáles 6 no fueron reconocidos por el Estado. Esto quiere decir que, cada semana, al menos ocurre un femicidio en el país.
Si bien, en Chile existen leyes con enfoque contra la violencia de género, como la Ley Integral, que durante 2024 tipificó legalmente la violencia contra las mujeres, reconociendo su carácter estructural, y la Ley Karin, no es suficiente.
Sin embargo, la Justicia en su conjunto no parece dar respuesta a las complejidades que se viven, por ejemplo, al momento de denunciar, sobre todo cuando menos de 1 cada 10 denuncias terminan con condenas.
Según datos presentados por la Subsecretaría de Prevención del Delito, durante el mismo año, se registraron 132.555 casos por Violencia Intrafamiliar. Hechos donde 7 de cada 10 víctimas son mujeres, mientras que 7 de cada 10 agresores son hombres.
Tarapacá, Aysén y Arica y Parinacota, son las tres regiones que presentan la mayor cantidad de denuncias (en relación con su población). Estas son las mismas que tienen las tasas más altas de femicidios.
En el marco de denuncias por delitos sexuales, el año pasado se registraron 4.542 casos por violación, 13.868 por abuso sexual, 1.802 por acoso sexual y 1.224 por otros delitos sexuales. Lo que quiere decir que, cada día se reportan al menos 58 agresiones sexuales, el equivalente a una denuncia cada 25 minutos.
De las miles de denuncias sobre delitos sexuales, solo el 8,3% finalizó con una sentencia condenatoria.
Bajo este contexto, se debe garantizar a las víctimas un acceso efectivo a la justicia. El acompañamiento y la transformación de los patrones que naturalizan la violencia son clave para evitar el daño y la muerte que viven miles de mujeres a lo largo de todo el mundo.