Los relatos, entregados al fiscal instructor René Morales, incluyen episodios como una supuesta disculpa privada de Monsalve, y la presencia constante de Ricardo Lillo, exasesor del gabinete del exsubsecretario, durante encuentros posteriores entre ambos.
La investigación administrativa a cargo de la Contraloría por el caso del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, ha sumado nuevas aristas a través del testimonio de funcionarios que estuvieron cerca de la denunciante.
Monsalve, actualmente formalizado por delitos de violación y abuso sexual, permanece bajo la lupa tanto del Ministerio Público como de la Contraloría General de la República.
El fiscal instructor René Morales ha solicitado información a instituciones como Carabineros y la PDI, y ha tomado declaración a diversos testigos clave, entre ellos, Ricardo Lillo, exasesor del gabinete de Monsalve, y la periodista Ilse Sepúlveda.
Ambos describieron, desde su perspectiva, el impacto que tuvo el presunto abuso sexual en la víctima y su entorno.
El testimonio de Ricardo Lillo: “Pasó algo horrible”
Lillo, militante socialista y expareja de la denunciante, aseguró haber notado un cambio evidente en el estado emocional de la mujer tras el encuentro con Monsalve el 22 de septiembre.
Según relató al fiscal instructor, ella le confesó que despertó junto al exsubsecretario sin recordar nada de lo ocurrido.
“Me decía: ‘pasó algo horrible’, ‘no te lo vas a creer’, ‘cuando desperté estaba al lado mío’, ‘no me acuerdo de nada’. Pero todo inconexo”, señaló.
A pesar de lo traumático del episodio, Lillo comentó que la mujer continuó asistiendo a su lugar de trabajo, lo que lo llevó a “hacer guardia” para acompañarla durante sus encuentros posteriores con Monsalve, tres en total, según estimó, recogió La Tercera.
En una de esas reuniones, que habría tenido lugar el 2 de octubre, día del cumpleaños de la denunciante, Monsalve le habría pedido disculpas.
“Ella le preguntó por qué no la dejó en su casa y que no hubiera querido estar en el hotel. Le interesaba saber qué había pasado en la noche porque ella no hubiera consentido nada. Monsalve se tomó las manos en la cara y pidió disculpas”, aseguró el exasesor.
Un subsecretario “errático” tras los hechos
Otro elemento clave fue la conducta de Monsalve tras los hechos denunciados. Lillo declaró que, desde el 25 de septiembre, comenzó a notarlo inseguro y errático, algo inusual para quien hasta entonces había sido, según él, una figura controlada y meticulosa. “En una reunión con Orrego y el jefe de la PDI, hizo movimientos extraños con las manos, se mostró incómodo. Era raro verlo así”, explicó.
El comportamiento habría cambiado nuevamente el 9 de octubre, cuando la denunciante ya estaba con licencia médica. “Ese día volvió a ser el Monsalve de antes. Se notaba empoderado”, concluyó Lillo.
Polémica por supuestas amenazas
La periodista Ilse Sepúlveda, también testigo en el sumario, relató cómo la denunciante le confió lo ocurrido y se mostró reacia a denunciar debido al temor por el poder que ostentaba Monsalve.
Si bien en la investigación penal se habló de amenazas de parte de Sepúlveda, ella lo desmintió rotundamente en su declaración administrativa.
“Le dije que esto iba a ser rudo, que necesitaba apoyo médico y legal. Tal vez le dije algo como ‘no quiero ni imaginar que les pueda pasar algo’, pero fue desde el miedo y el cuidado. Nunca una amenaza”, afirmó.
Sepúlveda también reveló que tras aparecer en la prensa, ha recibido incluso amenazas de muerte.
“Solo quise ayudarla. Ella no desconfió de mí”, aseguró.