William Shakespeare llamó la atención del mundo a principios de diciembre tras ser el primer hombre en recibir la vacuna contra el COVID-19 en el Reino Unido.

Este martes, se conoció que el hombre de 81 años, y que recibió ambas dosis de Pfizer, perdió la vida por complicaciones de salud que no tienen que ver con el coronavirus, y tampoco están asociadas a efectos secundarios de la vacuna.

La noticia fue dada a conocer por Jayne Innes, concejala de Allesley, Inglaterra, localidad en la que residía Shakespeare desde hace varios años.

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Incluso, según informó la BBC, la muerte se produjo la semana pasada y se mantuvo en secreto por sus familiares y amigos más cercanos.

“Bill estaba muy agradecido por haberle ofrecido la oportunidad de convertirse en una de las primeras personas en el mundo en recibir la vacuna. Era algo de lo que estaba enormemente orgulloso; le encantaba ver la cobertura de los medios y la diferencia positiva que pudo hacer en la vida de tantas personas”, comentó su esposa Joy al medio.

Bill, como era apodado por sus amigos, trabajó en la empresa Roll Royce y también fue director de dos escuelas en la localidad de Allesley.

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El hombre, que dejó dos hijos adultos y nietos, falleció en el Hospital Universitario de Coventry, mismo recinto donde recibió ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19.

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