Conocido en redes como “la hermana Hong de Nanjing”, el acusado enfrenta cargos por distribución de pornografía, violación de la privacidad y posibles delitos contra la salud pública.
Un escándalo sin precedentes ha estallado en China luego de que un hombre de 38 años fuera arrestado por suplantar identidad, mantener relaciones sexuales con decenas de hombres y grabar en secreto esos encuentros para venderlos por internet.
El caso, que ha conmocionado a la opinión pública, involucra a Jiao —conocido en redes como “Sister Hong” o “la hermana Hong de Nanjing”—, y ha desencadenado una investigación criminal por múltiples delitos, incluyendo producción y distribución de pornografía, violación de la privacidad y posibles cargos por poner en riesgo la salud pública.
El caso: ¿Qué pasó?
El sospechoso fue detenido el 5 de julio por la policía del distrito de Jiangning, en la ciudad de Nankín, tras semanas de rumores virales que circulaban en plataformas como Weibo y WeChat.
Según la policía, Jiao engañó a un número aún indeterminado de hombres —se habla de entre 100 y 1.600— haciéndose pasar por una mujer a través de redes sociales y apps de mensajería de citas.
Un disfraz, un filtro y un engaño masivo
De acuerdo con el comunicado oficial de la Oficina de Seguridad Pública de Nanjing, Jiao utilizaba pelucas, maquillaje blanco, filtros de belleza y programas de cambio de voz para construir una identidad falsa con la que contactaba a hombres en apps como Momo, QQ y WeChat.
Se presentaba como una mujer dispuesta a encuentros sexuales gratuitos, solicitando a cambio regalos simples como botellas de leche, frutas o aceite.
Una vez en su departamento, Jiao mantenía relaciones sexuales con los hombres —presuntamente con su consentimiento, aunque sin revelar su verdadera identidad— y grababa los encuentros sin que las víctimas lo supieran.
Posteriormente, esos videos eran compartidos y vendidos en línea por el equivalente a unos 21 dólares (150 yuanes).
Un catálogo de víctimas: Desde empresarios hasta atletas
Entre las víctimas hay estudiantes, trabajadores, empresarios, entrenadores, atletas, hombres casados y solteros, e incluso extranjeros, según los reportes difundidos por medios chinos.
Las imágenes de los videos, sin censura de rostros, comenzaron a circular en grupos privados, lo que llevó a que algunos internautas reconocieran a personas.
El escándalo escaló rápidamente y generó un efecto dominó en redes sociales, donde incluso comenzaron a compartirse montajes con imágenes de presuntas víctimas.
En Weibo, la etiqueta del caso superó los 200 millones de visualizaciones, alimentando teorías y desinformación, incluida una que aseguraba erróneamente que el implicado tenía 60 años y que había contagiado VIH a más de mil personas.
Salud pública en alerta: Posibles cargos por contagio de VIH
Aunque hasta ahora no se ha confirmado oficialmente que Jiao sea portador del VIH, las autoridades sanitarias chinas están involucradas en el caso.
Un funcionario de salud local declaró al medio estatal Jimu News que cualquier persona que haya tenido contacto con el sospechoso puede solicitar exámenes de forma confidencial.
Si se comprueba que Jiao efectivamente es portador del virus y lo transmitió de manera consciente, podría enfrentar penas que van desde los 10 años de prisión hasta la cadena perpetua o la pena de muerte, bajo el delito de atentado contra la salud pública, según el código penal chino, recogió El Clarín.
Rumores, rectificaciones y una investigación en curso
El 8 de julio, la policía de Jiangning aclaró varias informaciones falsas que circularon en internet. Confirmó que el detenido es Jiao, de 38 años, y no de 60, como se afirmó en redes sociales.
También desmintieron que las víctimas superaran el millar, aunque no proporcionaron una cifra concreta. Además, se indicó que aún no se ha determinado si todos los encuentros fueron consentidos ni si hubo menores de edad involucrados, algo que podría agravar considerablemente la situación legal del acusado.