La diputada señaló en CNN Chile que, en esa época, sintió temor cuando estalló el denominado Caso Convenios. Durante este tiempo, ha realizado una autocrítica sobre su actuar, pero dejó en claro: "No son mensajes que den cuenta de un tráfico de influencia o de un fraude al fisco, sí dan cuenta de un descriterio y horror".
La diputada Catalina Pérez se refirió a la controversia que ha generado este tiempo el denominado Caso Convenios y su vínculo con el exrepresentante legal de la fundación Democracia Viva, Daniel Andrade.
Consultada sobre los recientes chats revelados entre ella y Andrade, en los cuales se abordaban sus intenciones y motivación para que la oficina tuviera un logotipo de Democracia Viva cuando el caso ya había estallado, la legisladora explicó que existen mensajes en la carpeta de investigación que son posteriores a la firma de los convenios.
“Son mensajes… Horribles. Sí, yo leo hacia atrás, digamos, un año y medio después, y no… Es medio fuerte decirlo así, pero como no sé quién es esa persona, me da vergüenza, no tengo otra forma de describirlo. Creo que fue un error, lo dije, pero no solo imprudencia, sino que la única explicación que me doy en términos de motivación, tratando de reconfigurar un poco lo que estábamos viviendo en ese momento, es como una búsqueda desesperada por proteger a alguien que uno sentía estaba en el corazón de una polémica que, hasta ese entonces, en todo caso, para mí era una polémica comunicacional”, expresó.
En esa misma línea, agregó que sentía temor y desesperación en ese entonces. “Se me estaba involucrando en algo en lo que yo no tenía absolutamente nada que ver, no sabía de qué estábamos hablando. Creo que no hay manera de justificar o explicar, no solo ese, sino otros mensajes de ese tiempo, que insisto, si bien no tienen nada que ver con la fecha de suscripción de los convenios”.
“No son mensajes que den cuenta de un tráfico de influencia o de un fraude al fisco, sí dan cuenta de un descriterio y horror. Como que, insisto, no miro para atrás y más allá del amor que sentí en ese momento y la búsqueda de proteger a alguien, no se me ocurre otra explicación que darte”, reiteró.
El periodista Ivo Goic recordó a la legisladora que, en su primera declaración del 19 de junio en el Congreso y en una entrevista posterior con La Tercera, había señalado que confiaba en su pareja de ese entonces. Sin embargo, en ciertos mensajes previos a la suscripción de los convenios, se evidencia que le surgieron dudas sobre algunos aspectos. En uno de esos mensajes, fechado en junio de 2022, Daniel Andrade le informó que Carlos Contreras lo había llamado para decirle: “Parece que pueden salir las lucas”.
—¿A qué ‘lucas’ se refería Daniel Andrade específicamente y qué conocimiento tiene usted acerca del destino de esos dineros?
—A mí no se me acusa de qué sabía o qué no sabía, ni de cuándo sabía o qué supe. A mí, en concreto, la Fiscalía me acusa de fraude al fisco, de haberme coludido con otras personas para defraudar al Estado y de haber proveído los medios para que esa defraudación ocurriera. Y no hay absolutamente ningún antecedente en la carpeta de investigación que dé cuenta de la existencia de un fraude al fisco, como tampoco lo hubo con relación al delito de tráfico de influencias, que fue del que se me buscó acusar anteriormente. No lo hay hoy día respecto al fraude al fisco. Y no sé qué habrá en mi información ginecológica para que después, eventualmente, me acusen de delito de aborto, que es lo que entiendo ahora está buscando perseguir la Fiscalía.
Desde su perspectiva, existe un interés político detrás de las acusaciones, más que un fundamento penal. En cuanto a la pregunta, explicó que su pareja en ese entonces le había mencionado la postulación de proyectos en Antofagasta: “Me comunicaba mediante mensajes que tenía distintas reuniones por diversos temas. Luego, en enero de 2023, se nos levanta la primera alerta, se nos consulta, y ahí es cuando yo pregunto respecto a la existencia de los convenios”.
“Posteriormente, ya una vez estallado el caso, tomo mayor conocimiento al respecto. Esa es la línea de tiempo que he sostenido ante la Fiscalía, que es concordante con los mensajes que se han conocido a través de filtraciones y es lo mismo que he sostenido desde el día uno hasta hoy”, describió.
Finalmente, reiteró que no tenía conocimiento previo de los convenios ni de la modalidad de entrega asociada a ellos.
“Festival de filtraciones que lidera la Fiscalía”
Sobre las conversaciones eliminadas señaladas por la Policía de Investigaciones (PDI) tras la difusión de los hechos en la prensa, la diputada aclaró que, efectivamente, había mensajes borrados de su celular.
“No solamente del periodo del manejo de la crisis, sino también del periodo anterior. Tomé la decisión de borrar esos mensajes porque entregué el único celular que tengo, donde están absolutamente todas las conversaciones, el registro de todas las situaciones íntimas que uno tiene con una pareja, todo. Y entregué mi celular tal cual”, mencionó.
Y añadió:”Borré el registro de situaciones íntimas, imágenes o conversaciones personales que tenía con mi pareja y que no tenían absolutamente nada que ver con el caso. Creo que, en perspectiva, a propósito del festival de filtraciones que lidera la Fiscalía, fue una prevención acertada, porque todo lo que está en la carpeta de investigación, vinculada o no al caso, se ha filtrado”.
Al ser consultada directamente sobre si puede asegurar que no eliminó mensajes relacionados con el caso una vez que estalló, respondió: “No, ninguno respecto al caso, ninguno relacionado con el manejo. Y, perdón, pero con todo lo que se ha sabido, es bastante evidente que no borré mensajes, porque se han conocido, insisto, mensajes horribles que yo he enviado y que justamente no borré porque me pareció que todo debía estar allí. Estoy pagando los costos de haber sido completamente transparente en la entrega de mi teléfono celular y de no haber borrado todas esas conversaciones.”
Sobre la polémica respecto a su presunta participación en gestionar un puesto de trabajo para Daniel Andrade en el Estado, la diputada expresó su malestar: “Me molesta que se diga que porque uno informa a su pareja respecto de un proceso de postulación o tiene una conversación íntima sobre cómo le está yendo en el trabajo, se infiera de aquello que yo habría ejecutado alguna acción para que Andrade entrara a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas, en el Ministerio de Defensa o en la Subsecretaría de Prevención del Delito, cuando no hay absolutamente nada que dé cuenta de aquello“.
Además, comentó sobre un reportaje en el que se sugirió que ella habría pedido a la ministra del Interior, Carolina Tohá, un puesto para Andrade: “Yo jamás he tenido una conversación con Tohá.”