El ministro de Seguridad Pública abordó la problemática que se genera entre mostrar preocupación sobre la seguridad en el debate público y prometer soluciones imposibles, como lo es para él el expulsar a todos los inmigrantes irregulares. Con todo, aseguró que es común que en campañas se disponga de este recurso.
El escenario de la carrera electoral de este año ha estado marcado por la seguridad y los crímenes violentos que se conocen casi a diario. Delitos como el sicariato, el secuestro o la extorsión parecían ser ajenos al país, pero durante los últimos años ya han mostrado aumentos en las estadísticas.
Sobre esto habló en Tolerancia Cero el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, mencionando que, por ejemplo, casos como el de Alberto Mejía, acusado de sicariato que fue liberado, generan precisamente un daño al trabajo que han realizado y también a la confianza en que las instituciones están funcionando.
Consultado respecto al populismo en que se podría caer ante estos escenarios, sobre todo en año electoral, el secretario de Estado expresó que esto es algo “inevitable” en cualquier elección y en cualquier país, pero especialmente en Chile tras la seguidilla de procesos electorales que hemos vivido.
“El Ejecutivo no ha tenido un año de descanso desde la perspectiva del escrutinio electoral en materia de seguridad”, planteó Cordero.
Y si bien ha destacado los acuerdos que ha alcanzado el Ejecutivo con la oposición en materia legislativa en seguridad, el ministro abordó lo que él mismo ha calificado en el pasado como “el uso electoral del miedo” y cómo aprecia esa situación en el escenario actual.
“Es bastante obvio que es algo que en general sucede”, comenzó señalando Cordero. “Lo que pasa es que para índices de temor como los que tiene el país, utilizar el miedo como estrategia electoral tiene consecuencias respecto de las cuales los candidatos tienen que hacerse cargo”.
Ante la pregunta de quiénes hoy están en ese actuar, señaló que en el caso de José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Evelyn Matthei “ha sido muy evidente, pero, entre otras cosas, en el caso de ellos ha sido relativamente consistente en el tiempo”.
“No voy a ser yo quien descalifique una posición que me parece completamente legítima en el contexto del debate público. Lo que pasa es que desde el punto de vista de las políticas públicas, tiene consecuencias que son muy negativas”, añadió el ministro.
En ese sentido, agregó que se forma un matiz entre la atención que se le pone en el debate público al temor y la crisis en seguridad que vive el país, y lo que son propuestas imposibles para estos problemas, como decir que se va a expulsar a todos los extranjeros que habitan irregularmente en Chile, que es algo que ha dicho el candidato Johannes Kaiser.
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