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Con el objetivo de analizar los distintos escenarios a los que se podría enfrentar Chile una vez que la crisis provocada por el COVID-19 haya terminado, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, reflexionó sobre el rol que ha tenido que asumir en el sector público.

En entrevista con Influyentes, el nuevo programa de CNN Chile, el empresario señaló que cree que “todos los empresarios deben hacer mucho más. Tienen que tener en su ADN participar en lo público. Sofofa, como nunca antes, hemos estado en todos los espacios. La empresa es evolución en su esencia”.

En ese sentido, desmiente que los empresarios vivan una realidad paralela a los ciudadanos. “La conexión de la empresa con los ciudadanos que demandan cambios es probablemente mucho más estrecha que la que tienen otros actores. Esa convergencia tiene que siempre estar expandiendo su frontera, y en las circunstancias actuales, donde hay una crisis, la empresa tiene la oportunidad para conocer esa realidad mucho mejor que el Estado. La empresa tiene un rol fundamental”, expuso.

Consultado por el actuar de los empresarios con respecto a un eventual estallido social 2.0, Larraín Matte indicó que se imagina el sector preocupado de construir capital social y generar espacios de diálogo más sistemáticos dentro de las compañías. En esa línea, aseveró que “hoy día las personas quieren hablar de la Constitución, de los desafíos país, de cómo va a ponerse de pie este país”.

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“Tenemos mucho por hacer. No sólo estamos para desafiar a la política para que emprenda cambios regulatorios, sino para desafiar a la empresa. Es un desafío reconectarse con los trabajadores”, enfatizó.

Al respecto, se refirió a una recomprensión del Chile actual: “No podemos andar con los mismos martillos buscando los mismos clavos. El Chile de hoy y el post pandemia no tiene nada que ver con el de septiembre. Es un Chile que habrá retrocedido 10 años en materia económica y social por efectos de la pandemia”.

Por eso, nombra tres aspectos que estarían presentes en el futuro. “La primera cosa que hay que hacer es recomprender ese Chile, donde la recesión, desempleo, pobreza, van a ser palabras que vamos a tener que mirar de frente”. Asimismo, afirmó que “no podemos tener una discusión local que se mire el ombligo y no mire las tendencias globales”. Por último, puntualizó en el deterioro de la institucionalidad, que según él, “arrastrábamos de antes”, apuntando a la discusión del retiro de fondos como la cúspide de ese deterioro.

“La recomprensión de esas tres cosas es bien importante. Hay reseteo en la dimensión empresarial, económica y política. Hay que tener una mentalidad innovadora. En las crisis se construyen los países de largo plazo. Si nos limitamos a enfrentar la crisis económica y social con instrumentos de corto plazo, como el subsidio al empleo, acompañémoslo con un plan de reconversión laboral, para que esas personas se reconecten con los trabajos del futuro”, advirtió.

Por otro lado, apuntó a que el capitalismo “salvaje” del cual se habla es una caricatura y en Chile no existe. Por el contrario, sostuvo que “Chile está caminando a ser una sociedad abierta, en donde el escrutinio se activa. No tenemos que pisar ese palito de que Chile es un país de abusado y de abusadores y eso me parece que es una caricatura y no sirve para el propósito que es poner de pie este país”.

“Me parece que se está instalando y consolidando un relato de un país de buenos y malos”, agregó, poniendo de ejemplo el caso de las pensiones. “Está la tesis, completamente infundada, de que el sistema de pensiones sería el principal conducto por el cual habría aumentado la concentración económica chilena. No hay una preocupación por mejorar las pensiones, hay una preocupación por pegarle un pencazo a ese modelo. ¿Qué tiene que ver que reciban pensiones bajas, con retirar el 10%?”, cuestionó.

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El empresario también se refirió al plebiscito. En sus palabras, “hay que generar las condiciones habilitantes para que todos esos debates se produzcan en una cancha distinta a la que está marcando la pauta, que es la de los buenos y malos”.

En cuanto a su posición, aseguró que “no dramatizamos ni una opción ni en otra, pero participaremos activamente en ese debate”. Sin embargo, insistió que observa que el país no tiene una institucionalidad seria.

“Esta cancha del país en el que se ven buenos y malos la dibuja un cierto sector político con mucha eficacia. El Frente Amplio y el Partido Comunista han hecho buena política y la gran falla en el resto de los políticos ha sido la resignación a esta cancha que le han dibujado”, criticó. “Están llevando la cancha de lo público a sus convicciones y, por lo tanto, están haciendo buena política”, complementó.

“La cancha de lo público no es monopolio de la política. Hay un círculo inicial que es la política y hay un perímetro que tiene que ensancharse. En ese perímetro, estamos la academia, la sociedad civil, los empresarios, que tenemos que dejar de ser opinólogos tecnocráticos, y con fundamentos técnicos entrar al debate público, porque si se lo dejamos a esa política que observamos el día miércoles (votación del retiro de fondos) me parece que no vamos a lograr transformar esta crisis”, dijo Larraín Matte con respecto a la diversidad en la política.

“La diversidad no es sólo un imperativo de justicia, sino también un imperativo de las empresas para entender mejor este entorno. Creo que si se activan estos actores en este perímetro y entran un poquito a la cancha de lo público, se puede desafiar a la política, introducir soluciones de largo plazo y romper la dinámica de malos y buenos, que le hace pésimo al Chile actual”, concluyó.

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