Marcelo Allende y su renacer futbolístico en el Mundial de Clubes: El ex capitán Sub 17 que volvió a disfrutar en silencio

Por CNN Chile

25.06.2025 / 15:34

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Lejos del ruido mediático, el ex volante de La Calera y Necaxa brilla en Sudáfrica. Más maduro, consolidado y con minutos en Champions africana, busca volver a instalar su nombre en la Roja.


Marcelo Allende fue durante años uno de los grandes proyectos del fútbol chileno. Capitán de la Roja Sub 17, mundialista precoz y símbolo de una generación de recambio, su carrera ha sido todo menos lineal. Pero en 2025, desde Sudáfrica, comienza a escribirse otro capítulo: el de su renacer.

Allende milita en el Mamelodi Sundowns, el equipo más poderoso del fútbol sudafricano. Llegó en 2022 y, tras un periodo de adaptación, hoy goza de continuidad y buenas actuaciones en la liga local y la Champions africana. Con 25 años, el chileno suma minutos como titular y muestra una versión más completa desde lo físico y lo táctico.

Un cambio de piel

Las imágenes que comparte desde su club revelan un cambio: rostro sereno, entrenamientos intensos y una conexión con el entorno. En su cuenta de Instagram ha mostrado entrenamientos, paseos, celebraciones con sus compañeros y momentos de concentración. Todo apunta a una etapa distinta, alejada de las presiones que lo acompañaron en sus inicios.

Quienes lo conocen hablan de un jugador más maduro, consciente del rol que quiere asumir y alejado de la exposición que alguna vez lo rodeó. Sin entrevistas grandilocuentes, pero con señales en la cancha y en redes, Marcelo Allende parece reencontrarse con su fútbol.

El anhelo de volver a la Roja

Si bien ya ha sido nominado a la selección absoluta, Allende no es parte del grupo habitual. Sin embargo, el mediocampo chileno está en renovación, y su experiencia internacional —sumada al buen presente— lo vuelven a poner en la órbita. El gran objetivo de su temporada es seguir rindiendo a nivel continental y lograr una nueva oportunidad con la Roja.

Desde Sudáfrica, el ex Necaxa y La Calera no hace ruido. Solo juega. Y en ese silencio parece encontrar, por fin, el lugar que tanto buscó.