Hace algunas semanas y de lejos veíamos cómo en Ecuador comenzaban a desfilar ataúdes confeccionados en base a cartón frente al aumento de muertes por coronavirus en ese país. Sin embargo, dicha imagen no era tan lejana.
Cristián Cáceres, jefe de proyectos de Paper Project Chile, mostró que este particular ataúd se compone de dos piezas, siendo entregadas listas para su armado en tan solo dos minutos. Su costo sería menor a los $100 mil.
La idea, dijo Cáceres, es transformarse en una alternativa ante el aumento de funerales en Chile por el COVID-19. “Sabemos que es un tema difícil, no es un tema cómodo para nosotros, pero creemos que es una alternativa viable, sustentable y económica”, dijo.
Para que este ataúd pueda ser comercializado debe necesariamente contar con una resolución sanitaria, en el que resulta fundamental contar con un sistema de impermeabilidad.
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Paula Labra, seremi de Salud Metropolitana, explicó que un ataúd debe contar con requerimientos básicos, como “el sellado hermético y la impermeabilidad”. “La autoridad sanitaria fiscaliza a las funerarias que comercializan los ataúdes que cumplan con estas condiciones”, añadió.
Así, las sanciones tras un sumario sanitario de estas características implicaría sanciones que llegan hasta mil UTM (cerca de $50 millones).
Más allá de que cumpla los requisitos, desde el rubro plantean que será difícil hacer que la gente tome esta opción. Francisco Castillo, de la Funeraria Castillo, señaló que “va a ser muy difícil introducirlo en el mercado, porque este país es muy tradicionalista para los funerales”.
En su caso, y siempre que cumpla con la normativa, no se cierra a la posibilidad de comercializar este tipo de ataúdes, sobre todo en este tiempo de pandemia.
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