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El milagro ocurrió. Barcelona tenía que hacer un partido perfecto para dar vuelta el 4-0 que obtuvieron en su visita al PSG, y todo comenzaba de la mejor manera para la escuadra de Luis Enrique. 

Luis Suárez anotaba a los 3″ para sembrar lo que sería una jornada histórica. El forastero, apostando a la contra, volvió a ceder un tanto en la primera mitad con un autogol en los 40″. 2-0 que pavimentaba la remontada en el Camp Nou en el descanso. 

Como si hubiera estado escrito, Messi cobró de penal en el 50″ para dejar a un paso la ansiada victoria. Pero todo pareció derrumbarse diez minutos después. Edinson Cavani tomó un pivoteo y puso el temido gol visitante con un cañonazo inatajable. 

La moral bajaba, el PSG el cerraba aún más su defensa y los minutos se agotaban. Pero el público no se cansó de animar al equipo y apareció toda la calidad de sus estrellas.

Así, Neymar ponía la incertidumbre marcando en el 88″ y casi inmediatamente después, tras caer Suárez de el área, el árbitro cobró penal en el último minuto reglamentario. Una definición perfecta del brasileño puso el 5-1 en los 90″. 

Cinco de adición. Último minuto. Ter Stegen en el área como un jugador más. Última pelota en tres cuartos de cancha para el Barça y  ocurrió lo imposible. 

Centro al corazón del área y toda la defensa del conjunto francés se quedó enganchada mientras Sergi Roberto, quien ingresó en el último cuarto de hora, definía de volea sólo frente al arquero Trapp.

Desafío completado en el 95″: 6-1 y delirio total en Barcelona.

En el olvido quedó la portada del diario Marca -afín al Real Madrid-, quienes titularon que la eliminatoria estaba lista tras el resultado en el Parque de los Príncipes.

 

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