Con información de CNN

Alimentos ultraprocesados: ¿Cuáles conviene evitar y cuáles se pueden incluir en la dieta?

Por CNN Chile

09.08.2025 / 14:24

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La Asociación Americana del Corazón publicó una clasificación de ultraprocesados desde “saludables” a “peligrosos”, junto a recomendaciones para reducir su consumo. Entérate de todos los detalles en esta nota.


La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), la organización de salud cardíaca más grande de Estados Unidos, publicó sus esperadas directrices sobre el consumo de alimentos ultraprocesados (UPF, por sus siglas en inglés).

El anuncio llega pocos días antes de que se difunda el segundo informe de la comisión Make America Healthy Again (MAHA), encabezada por el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr.

El primer informe, publicado en mayo, describió cómo los alimentos ultraprocesados están contribuyendo al aumento de enfermedades crónicas en niños.

La segunda entrega, que se espera para este martes, presentará propuestas de cambios en políticas públicas.

El mensaje principal de la AHA no sorprende: la mayoría de los alimentos ultraprocesados son perjudiciales para la salud —incluida la salud cardiovascular— y la industria alimentaria debería dejar de producirlos, mientras que las autoridades deberían poner límites más estrictos.

Sin embargo, el informe también aborda una pregunta que ha generado debate: ¿Todos los alimentos ultraprocesados son malos?


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Según las nuevas directrices, publicadas el viernes en la revista Circulation, no necesariamente.

Existen algunas categorías que pueden ser saludables, como “ciertos panes integrales, yogures bajos en azúcar, salsas de tomate y cremas o untables a base de frutos secos o legumbres”. Aun así, advierte el documento, incluso esas opciones “más sanas” deben ser monitoreadas para que se mantengan así.

“No debemos darle un pase libre a la industria solo porque hay un par de productos un poco más saludables que la gran mayoría de alimentos ultraprocesados llenos de azúcar, sal y grasa”, señaló Christopher Gardner, vicepresidente del comité que elaboró el informe, profesor de Medicina en la Universidad de Stanford y director del Grupo de Investigación en Nutrición del Centro de Prevención de Stanford.

“Tenemos abundante evidencia de que el exceso de sal, azúcar y grasa es perjudicial; lo sabemos desde los días de la comida chatarra”, añadió.

“Pero hoy, la comida chatarra está ultraprocesada con aditivos cosméticos que llevan a comer en exceso y generan múltiples problemas de salud. Ese es el problema. ¿Podemos, por favor, enfocarnos en eso con mayor urgencia?”.

Un problema creciente

Las directrices de la AHA son muy influyentes entre médicos y autoridades sanitarias, y los expertos coinciden en que este llamado llega en un momento crítico.

Datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, publicados el jueves, muestran que los estadounidenses mayores de un año obtienen en promedio el 55% de sus calorías diarias de alimentos ultraprocesados.

En el caso de los niños y adolescentes entre 1 y 18 años, esa cifra sube al 62%.

Los riesgos de los ultraprocesados, según la AHA

La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) advirtió que el consumo de alimentos ultraprocesados se asocia de manera directa con mayor riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y mortalidad por cualquier causa.

Según una revisión publicada en febrero de 2024, que analizó 45 metaanálisis con datos de casi 10 millones de personas, solo una porción adicional al día de alimentos ultraprocesados puede aumentar en un 50% el riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares.

El mismo análisis determinó que consumir más ultraprocesados también incrementa el riesgo de obesidad en un 55%, de trastornos del sueño en un 41%, de desarrollar diabetes tipo 2 en un 40% y de depresión en un 20%.

Para contrarrestar estos efectos, la AHA recomienda reducir al mínimo el consumo de los ultraprocesados más dañinos —especialmente los altos en grasas poco saludables, azúcares añadidos y sal— y, de ser necesario, permitir solo “una pequeña cantidad de ultraprocesados seleccionados, accesibles y de mejor calidad nutricional” dentro de una dieta saludable.

Críticas a la idea de “ultraprocesados saludables”

Marion Nestle, profesora emérita de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud Pública de la Universidad de Nueva York, se mostró decepcionada con este enfoque.

“El énfasis en ‘ultraprocesados saludables’ no es útil por dos razones: el número reducido de alimentos en esa categoría y la evidencia reciente que demuestra que incluso los ultraprocesados ‘saludables’ hacen que la gente consuma más calorías que si comiera alimentos mínimamente procesados”, señaló en un correo electrónico.

Nestle se refirió a un estudio publicado el 4 de agosto en el que personas en el Reino Unido perdieron el doble de peso comiendo comidas caseras en comparación con aquellas que incluían ultraprocesados considerados saludables.

La investigación —una de las más grandes y largas realizadas sobre UPF— intentó crear una dieta ultraprocesada “saludable”, con frutas, verduras, fibra y niveles reducidos de sal, azúcar y grasas saturadas.

Aun así, los alimentos frescos preparados en casa resultaron más efectivos para bajar de peso.

Clasificación de alimentos según la AHA

La AHA dividió los alimentos ultraprocesados en tres categorías: saludables, moderadamente saludables y no saludables.

  • Más saludables: frutas y verduras frescas o congeladas sin azúcar ni sal añadida; granos enteros como avena y arroz integral; semillas y frutos secos sin sal; legumbres secas; aceites vegetales; leche o yogur descremado sin endulzar; carnes magras no procesadas; lácteos bajos en grasa; agua y bebidas sin azúcar. También se incluyen sustitutos de carne y lácteos de origen vegetal con bajo contenido de azúcar, sal y grasa.
  • Moderadamente saludables: arroz y pastas blancas; lácteos enteros; pan de harina refinada hecho de forma artesanal; frutos secos con sal; frutas en conserva en almíbar ligero; legumbres en conserva con sal; quesos duros; sustitutos de huevo; sopas bajas en sodio y grasa; y comidas envasadas elaboradas con ingredientes del grupo saludable.
  • No saludables: carnes rojas altas en grasa, cerdo, carnes procesadas (nuggets, vienesas, longanizas), mantequilla, manteca y aceites tropicales como el de coco; crema ácida; jugo de fruta 100% (por su alta concentración de azúcar); azúcar, miel y jarabe de maple; galletas saladas, frutas secas o en conserva endulzadas, papas fritas y snacks similares; pan y tortillas de harina refinada; bebidas azucaradas (incluyendo energéticas); queso procesado líquido; galletas, dulces, gomitas, helados, macarrones en caja, sopas instantáneas, pizzas y frutas en conserva en almíbar.